POR MARÍA ELENA HOLGUÍN
EL SIGLO DE TORREÓN
Aseguran agremiados del SNTE que nuevos líderes seccionales son los que han acaparado siempre el poder
TORREÓN, COAH.- Los trabajadores de la educación que pertenecen a la nueva corriente Democracia Sindical, no están de acuerdo con la manera en que quedaron conformadas las dirigencias de las Secciones 35 y 38 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), por considerar que se trata de las mismas personas que han acaparado el poder durante años.
A través de un comunicado, integrantes de esta agrupación magisterial señalaron que pocas veces se ha dado la oportunidad a personas que tienen la capacidad y pueden aportar nuevas ideas para el ejercicio de un nuevo sindicalismo que requiere el país.
Por el contrario, indicaron, vuelven a quedar como dirigentes de los comités seccionales las personas que ellos calificaron como “indeseables”, a quienes sólo se les cambia de puesto con la anuencia de la líder moral del SNTE, Elba Esther Gordillo, cuyo papel es muy cuestionable desde que le retiraron la responsabilidad como coordinadora de la fracción priista en la Cámara de Diputados.
También denunciaron que los nuevos dirigentes sindicales se han dedicado a nombrar una gran cantidad de comisionados “hasta para que les sirvan de guardaespaldas”, lo cual han logrado con el consentimiento y la complacencia de la secretaria de Educación Pública en Coahuila, María de los Ángeles Errisúriz Alarcón.
En este sentido, indicaron que se está cometiendo un fraude en contra de las autoridades estatales, toda vez que los maestros comisionados por el sindicato desarrollan una función en la organización pero siguen percibiendo su salario como si estuvieran trabajando frente a grupo, además que se debe nombrar a una persona que los sustituya; ello representa una fuerte carga para el presupuesto educativo, cuya gran mayoría se gasta en la nómina de los trabajadores.
Los integrantes de Democracia Sindical consideraron a este respecto la urgencia de que se practique una investigación, para determinar quiénes realmente están desempeñando una función sindical que resulte necesaria, de manera que las personas que sólo hayan logrado ser nombradas como comisionados por influencias o privilegios, sean enviadas a cumplir con su labor frente a los grupos o como directivos de los planteles.
