La CIA ofreció a la Casa Blanca una serie de conclusiones incorrectas que sirvieron para decidir la invasión de Irak en marzo de 2003.
09 de julio 2004.
Washington, (EFE).- La Agencia Central de Inteligencia (CIA) sale malparada en el informe del Senado sobre los fallos que llevaron a EU a invadir Irak, al considerar el documento que sus juicios fueron "sobrevalorados" y "no apoyados por datos" reales.
Por ello, según el informe senatorial que se presentó hoy, se ofreció a la Casa Blanca una serie de conclusiones incorrectas que sirvieron como base para decidir la invasión de Irak en marzo de 2003.
En opinión de los senadores, los factores que contribuyeron a estos errores fueron muchos "y no se solucionan sólo con dinero".
El informe, que culpa mayormente a la CIA de estos errores, se concentra especialmente en su director, George Tenet, a quien acusa de no haber escuchado los consejos y las sugerencias que se le ofrecieron no sólo desde el Departamento de Estado, sino también desde el Pentágono.
Tenet, que presentó su dimisión a primeros de junio pasado y dejará la CIA precisamente esta semana, es también criticado por no revisar personalmente el contenido del discurso sobre el Estado de la Unión que el presidente George W. Bush pronunció ante el Congreso en enero de 2003.
En este discurso, Bush se refirió a los intentos de Irak de comprar uranio enriquecido en Africa, un extremo que los iraquíes negaron inmediatamente y que no pudo ser posteriormente confirmado.
En opinión del Senado, EU partió de la base de que Irak tenía armas químicas y biológicas y estaba intentando producir más, y los responsables de la CIA mantuvieron esa línea sin salirse de ese "pensamiento colectivo" ni ponerlo jamás en duda.
Según el informe, fue esa dinámica de "pensamiento colectivo" la que llevó a los analistas de inteligencia, y a los que recogen y procesan la información, a interpretar "ambiguas evidencias" como "indicaciones concluyentes" de que Irak tenía y quería ampliar su programa de armas de destrucción masiva.
Otro de los grandes fallos que encuentra el informe es la falta de agentes sobre el terreno en Irak desde 1998, cuando el presidente Sadam Husein expulsó a los inspectores de armamento de la ONU.
"Hubo fallos significativos en prácticamente cada aspecto de la recolección de datos por parte de los agentes secretos sobre la presencia de armas de destrucción masiva en Irak", señala el informe.
En este ambiente, el Senado entiende que se malinterpretaron los datos y se inflaron informaciones que llevaron a los responsables de la CIA a presentar a la Casa Blanca ideas equivocadas sobre la realidad del programa de armas de destrucción masiva de Irak.
Sin embargo, el informe absuelve a la Casa Blanca de haber intentado presionar a los analistas para que dijeran lo que ellos querían escuchar.