Tokio, (EFE).- Apenas un uno por ciento de las mujeres japonesas utilizan la píldora anticonceptiva, aunque ya han pasado cinco años desde que se levantó la prohibición de su uso en Japón y cuatro décadas desde que empezó a utilizarse en Occidente.
Los expertos explican que muchas niponas no se han concienciado aún sobre cómo controlar su fertilidad, pero también subrayan que el pavor a las enfermedades venéreas hace que las japonesas elijan otros medios anticonceptivos, entre ellos el aborto.
"Nunca he considerado las píldoras como opción anticonceptiva", reconoció a EFE Yoriko Nakano, de 35 años, empleada en una empresa de importación de ropa.
El revuelo por este tema aún espinoso se ha avivado tras la difusión del informe de la ONU que refleja que en Japón sólo un 1 por ciento de las mujeres de entre 15 a 49 años usan píldoras anticonceptivas, frente al 58,6 por ciento de las mujeres en Alemania y el 35,6, en Francia.
En cambio, según muestra el informe, el uso de condones en Japón es mucho mas alto que en otros países, con un 42,1 por ciento frente al 4,4 por ciento de Alemania y el 5 por ciento en Francia.
La costumbre de utilizar preservativos arraigó ya en esta sociedad cuando el Gobierno los ofreció gratuitos a las personas con ingresos bajos para frenar la explosión demográfica que se produjo tras la Segunda Guerra Mundial.
Sin embargo, "la alta dependencia de los preservativos no explica que haya pocas consumidoras de píldoras," indicó a EFE el ginecólogo Kunio Kitamura, de la Asociación de Planificación Familiar de Japón (JFPA), quien se dedica a promover el uso de las pastillas anticonceptivas.
"En el caso de Japón, muchas mujeres abusan de los abortos, porque ahora es un método seguro gracias al avance técnico y a que es legal en el país", comentó Kitamura.
Según el Ministerio de Salud, Bienestar Social y Trabajo, un 17,2 por ciento de las japonesas han tenido abortos y un 30 por ciento de ellas han pasado por esa experiencia varias veces.
Aunque se dice que el aborto en Japón es seguro, los expertos de insisten en que en mayor o menor medida daña el cuerpo de las mujeres, que pese a ello recurren en mayor número a esa intervención médica que al consumo pastillas anticonceptivas.
"Muchas chicas no se atreven a insistir a los hombres para que usen condones por miedo a ser rechazadas. En consecuencia, se infectan con enfermedades venéreas", explicó a EFE el ginecólogo Tsuneo Akaeda, cuya clínica atiende diariamente a unas treinta mujeres afectadas por este problema.
Algunos expertos temen en Japón que el aumento del uso de anticonceptivos orales dispare los casos de enfermedades venéreas, que ya están subiendo drásticamente, especialmente entre los jóvenes.
En lo que se refiere al sida, Japón es el único país desarrollado en el que se están incrementando los contagiados.