Panamá, ciudad vieja y moderna
La ciudad de Panamá es pequeña pero moderna, aunque encierra un mundo de contrastes pues ofrece lo moderno, lo antiguo y lo colonial en sus distintos barrios. También, en sus alrededores, se puede apreciar la vida indígena, sencilla y primitiva.
Cuando viajen allá, nada más recomendable que escoger un hotel bien ubicado y de precios accesibles como el Caribe, en la avenida Perú y calle 28. Y para comer bien, muy cerca, el restaurant A Casa de Fernando, en avenida Perú y la calle 30, donde podrá saborear los platillos típicos de la ciudad: El sancocho, que es el platillo nacional; la carimañola, que es un pan frito de yuca cocida y relleno de carne molida y los distintos platillos de mariscos de ambos océanos.
La ciudad de Panamá está a la entrada del Canal, sobre el Pacifico, y ofrece una gran variedad de productos libres de impuestos. En el centro de la ciudad, las avenidas España y Central son las más comerciales.
Para admirar lo espectacular del Canal de Panamá, es bueno ir a Miraflores, no muy lejos, para presenciar cómo los buques inician su navegación de subidas y bajadas por las 54 esclusas que los llevan del Océano Pacifico al Atlántico, o viceversa. Cerca está el Puente de las Américas, con el Museo del Canal Interoceánico abierto de martes a domingo.
Entre lo más interesante que hay en la ciudad de Panamá está la zona antigua, incendiada y saqueada en 1671 por el pirata Henry Morgan, el Mercado de Esclavos y un museo con toda la riqueza indígena y artesanal de Panamá.
El Casco Viejo de la ciudad es de calles de piedra e iglesias antiguas. Allí destaca el famoso Arco Chato, maravilla arquitectónica de 15 metros de largo por diez de alto y la iglesia de San José, con su púlpito de oro. La Catedral Metropolitana también está en el Casco Viejo y pocos visitantes saben que sus torres están adornadas con madreperlas.
Otro sitio a visitar es el llamado Mi Pueblito, réplica en miniatura de un pequeño pueblo del interior de Panamá con todos sus detalles, edificios, calles, fuentes, iglesias y demás. Hay también allí un museo dedicado a ?La pollera?, que es el atuendo femenino nacional de Panamá y en cuyo honor se compuso una canción muy popular. ?La pollera? la lucen las mujeres panameñas en todas las fiestas, pues son parte muy valiosa de su folklore.
Por ser un puerto de gran actividad, la vida nocturna en la ciudad de Panamá es muy activa y nada mejor que conocer sus curiosas ?chivitas?, que son discotecas rodantes donde al compás de la música, las bebidas y refrigerios, se conocen detalles desconocidos de la ciudad.
También, para cenar bien y disfrutar de brillantes y coloridos espectáculos folklóricos, nada como el restaurant Tinajas en el hotel Plaza Patilla.
Y cerca de la ciudad de Panamá hay algunos sitios encantadores, como la playa de Kobe, a solo quince minutos del centro, adonde se puede ir en autobús y admirar parte de la carretera Panamericana.
También es recomendable ir a la isla de Taboga, que se hizo popular con la canción que dice ?Taboga, reina de las flores, eres mi inspiración?. Está a una hora en barco y es recomendable hacer reservación en los dos únicos hoteles que hay en dicha isla, el Chu y el Taboga. Pero vale la pena quedarse allí algunos días: pues hay pesca abundante, bellísimas playas para nadar o bucear, aguas azules, palmeras y una tranquilidad reconfortante.