CRÓNICA URBANA
POR EL SIGLO DE TORREÓN
MATAMOROS, COAH.- Rito se casó a los 18, su esposa tenía 14, pero asegura que se amaban y hasta la fecha la situación no ha cambiado y en ningún momento ha decrecido el cariño que sentía por ella luego de 24 años de matrimonio.
Duraron de novios año y medio y luego se casaron. Confiesa que la respetó y cuidó hasta que contrajeron nupcias y luego ?aún más?.
?Los jóvenes ahorita ya no duran, se casan, se divorcian, quién sabe qué estará pasando?, manifies-ta, ?le han restado mucha importancia al matrimonio, ya no lo ven como lo que es, como algo sagrado, que no se debe tomar a la ligera?.
A sus 40 años, Rito Bustamante vende vasitos de fruta. Calcula que tiene unos 50 clientes por día, la mitad cuando hay poco trabajo. Laboró en fábricas y maquilas, también en la obra. Eran largas y pesadas jornadas para un salario muy bajo, que no alcanzaba para sostener a sus hijos, por eso mejor buscó la manera de autoemplearse y desde hace cuatro años pasea en su bicicleta por las calles de este municipio, se postra en una sombrita cercana a una escuela y espera pacientemente que los muchachos salgan de clases.
Sandía, papaya, jícama, piña, coco, zanahoria rallada, todo con chile y limón. Todo se vende, especialmente en verano, porque, dice, con el calor a la gente se le antoja más la fruta, además de que se busca cuidar la figura y comer más sano.
El señor comenta que tiene seis hijas. Dice que son pocas, pues la felicidad que le provoca verlas al llegar a la casa se multiplica por este tanto y le parece que pudiera tener su hogar lleno de pequeños.
Rito tiene un carácter optimista, procura siempre ver el lado positivo de las cosas y asegura que ?en todo siempre hay una parte buena, sólo hay que buscarle?.