CRÓNICA URBANA
EL SIGLO DE TORREÓN
MATAMOROS, COAH.- Por las mañanas, Jesús Bautista García se desempeña como empacador en una frutería; en las tardes, es de los principales promotores del deporte en Matamoros, tiene diez años organizando torneos de futbol y participa en los juegos como árbitro.
?Me gusta fomentar el deporte porque así voy inculcando en los niños las cosas buenas de la vida?, dice, ?lo que siempre me promovieron a mí en mi familia, todos los valores morales que se han perdido, porque creo que el deporte los hace florecer, saca lo mejor de nosotros mismos y aleja de los posibles vicios?.
Este hombre, originario de Matamoros, se traslada por toda la ciudad en una silla de ruedas, pues tiene secuelas de polio desde los dos años. Sin embargo, su discapacidad física no ha significado un problema en su vida.
?Los complejos son detalles que no permiten ser feliz?, comenta, ?sí se pueden hacer muchas cosas, la gente ha cambiado y en Matamoros hay más sensibilidad en la cultura?.
Aunque admite que se le han presentado obstáculos, reconoce que todo está en su cabeza, cuando ha llegado a pensar que no puede dar más, lo cual, considera, es un error frecuente en las personas que tienen capacidades diferentes.
?No hay límites más que los que existen en la mente?, señala, ?hace falta inculcar más a la gente que tiene alguna discapacidad que puede sobresalir, que puede trabajar, divertirse, hay que seguir ?picando? hasta llegar con la conciencia de las personas?.
?Yo estoy bien, pero aún falta mucho por hacer por toda esa gente que se encuentra recluida en su casa, encarcelada dentro de sus emociones y resentimientos?, agrega, ?faltan muchas personas por ayudar?.
Jesús estudió una carrera comercial y luego dos años de universidad, pero tuvo que dejarla por motivos económicos. A sus 40 décadas, tiene una pequeña hija y recientemente se divorció, otra crisis que también ha debido superar para continuar con su vida.