EL SIGLO DE TORREÓN
MATAMOROS, COAH.- David Gutiérrez tiene 58 años y vive en el ejido Congregación Hidalgo, perteneciente a este municipio. Es jornalero, pero dice que le hace a todo lo que salga, con tal de sacar para comer.
No pudo estudiar, ni siquiera asistir a la escuela, porque desde niño estuvo enfermo de los nervios. Recuerda que en una ocasión le dolía mucho la cabeza y lo llevaron al médico, quien le dijo que debía quedarse en su casa.
?Estoy enfermo de los nervios, del cerebro?, comenta el señor, ?me puse a trabajar desde chico y ya desde entonces no paro, no estoy estudiado ni sé nada de eso, pero sí trabajo mucho, donde me den la oportunidad?.
Los vecinos de Congregación ya lo conocen. Ha permanecido aquí toda su vida. Cuentan que siempre estuvo mal de los nervios, pero controlable, hasta que murieron sus padres, pues se quedó solo y ante su dolor, perdió la cordura.
David confiesa que no tiene esposa ni hijos, pero dice que vive con sus ?jefes?. Los ejidatarios agregan que su situación se tranquilizó cuando le asignaban apoyo por parte de Oportunidades, pero cuando le retiraron del programa, recayó y nuevamente ?se perdió?.
Los niños son sus amigos. Lo rondan y a veces coinciden en el camino. Ellos dicen que David no es grosero, como muchos adultos, lo consideran muy trabajador y que nunca comenta cosas malas para nadie.
?Me gusta mucho el beisbol, mi equipo favorito es el Santos?, manifiesta el señor. Los niños que lo acompañan lo corrigen. Todos se ríen. Dicen que es chistoso, pero no por sus errores, sino por su inocencia.
Aún en su parcial locura, David menciona que la situación que se vive en el municipio es muy difícil, pues todos los días ve personas que sufren porque no les alcanza para comer o no pueden encontrar un trabajo.
?Hay mucha gente sin nada qué hacer, mucha gente sin qué comer y sin ayuda?, agrega.
