A los cuatro acusados se les imputan cargos de "asalto indecente y de alterar el orden y la disciplina militar".
14 de junio de 2004.
Londres, 14 jun (EFE).- Cuatro soldados británicos serán juzgados por una corte militar por supuestas torturas a prisioneros iraquíes y un quinto será investigado por el asesinato de un iraquí, anunció hoy el fiscal general, Peter Goldsmith.
Según Goldsmith, a los cuatro acusados que serán juzgados militarmente, que pertenecen al Regimiento de Fusileros Reales, se les imputan cargos de "asalto, asalto indecente y de alterar el orden y la disciplina militar".
Según ha indicado el propio fiscal, los supuestos torturadores podrían haber obligado a los prisioneros iraquíes a su cargo a efectuar, entre ellos mismos, actos sexuales.
El caso de otro soldado británico implicado en el asesinato de un iraquí cuando éste estaba siendo detenido ha sido enviado a la Fiscalía del Estado, que ha pedido a la Policía Metropolitana de Londres que investigue el incidente.
El comandante de este último soldado no presentó cargos en su momento, por lo que el caso ya no puede ser juzgado por una corte marcial, pero sí presentado ante un tribunal ordinario.
El pasado mayo, el ministro de Defensa, Geoff Hoon informó al Parlamento de que en septiembre de 2003 el iraquí Baha Mousa, recepcionista de un hotel, murió mientras se encontraba bajo custodia militar británica.
No obstante, el diario "The Independent on Sunday" ya afirmó cinco meses antes que soldados británicos golpearon con dureza a ocho jóvenes iraquíes que habían arrestado en Basora (sur de Irak) y a uno de ellos lo dejaron tan malherido que murió.
En un escrito enviado hoy al Parlamento británico, el fiscal general precisó que las acusaciones contra los cuatro soldados se refieren a "supuestas conductas que ocurrieron mientras los civiles se encontraban temporalmente detenidos, pero no en una prisión o en dependencias de detención".
Entre las pruebas que presentará la fiscalía militar figuran "evidencias fotográficas reveladas en este país (Reino Unido), de cuya existencia se informó a la Policía británica", explicó Goldsmith sin precisar quién alertó a las fuerzas del orden.
El fiscal tampoco adelantó si el juicio se celebrará en Irak o en suelo británico, pero aseguró que, aunque el proceso estará abierto al escrutinio público, será la corte marcial la que aplique, bajo su supervisión, la ley militar del Reino Unido.
A este respecto, tanto la organización no gubernamental Amnistía Internacional como los familiares de las víctimas dudan de la imparcialidad de una corte marcial y han pedido que se lleve a cabo, primero, una investigación independiente.
Goldsmith añadió que la Autoridad Fiscal Militar tomó la decisión de iniciar un proceso judicial contra los cuatro soldados el pasado 11 de junio, cuando aún coleaba la publicación en el tabloide "The Daily Mirror" de unas fotos comprometedoras, que resultaron ser falsas.
Las instantáneas mostraban, entre otros malos tratos, a un soldado del Regimiento de la Reina de Lancashire orinando sobre un recluso iraquí, pero ello le costó el puesto al director del tabloide, Piers Morgan, tras demostrarse su falsedad.
La publicación de las fotografías, en cualquier caso, avivó la polémica en el país sobre la existencia de torturas a prisioneros por parte de soldados británicos, tal y como venían denunciando diversas organizaciones no gubernamentales.
Peter Goldsmith también confirmó que hay, al menos, otros cuatro casos, de los 75 que están siendo investigados, de supuestas torturas y adelantó que podrían acabar próximamente ante un tribunal militar.
En total, serían ocho los casos que investigan las autoridades militares, pero algunos analistas en el Reino Unido sospechan que éstos son sólo la punta del iceberg y que el verdadero alcance de las torturas en Irak está aún por descubrir.