El Siglo de Torreón
TORREÓN, COAH.- Mientras la banca comercial tenga esos ingresos tan descomunales vía comisiones, por pagarés del IPAB y por los diferenciales de interés entre lo que cobran por prestar y pagan por ahorrar, nunca les va interesar prestar recursos al sector productivo, asegura Fernando Royo Díaz Rivera, vicepresidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) Laguna.
El cobro de comisiones, dice, es solo un ingreso del jugoso negocio que deja la banca en México. “El Sistema Bancario no ha funcionado, las empresas no reciben la atención que necesitan, no hay crédito para la pequeña y mediana industria”.
El entrevistado cuestiona el acceso al crédito que los bancos les dan a las empresas grandes: “De que sirve que les presten a las empresas grandes, si éstas tranquilamente pueden salir al mundo a buscar recursos y los consiguen, mientras el gran grueso –90 por ciento- tiene nulas alternativas crediticias”.
Royo Díaz Rivera señala que actualmente la única utilidad que las empresas obtienen de los bancos es para el manejo de chequeras o bien el pago de nómina. “Los usamos por obligación, para hacer el pago de impuestos”.
Vemos con tristeza, dice, que el banco está canalizando algunos recursos solo al consumo vía tarjetas de crédito “con tasas de interés muy altas arriba del 30 por ciento”.
Dentro del pequeño análisis que realiza el entrevistado, solo para el consumo de bienes duraderos se autorizan recursos, ya que el crédito para coches o para vivienda se ha frenado en virtud de la eficiencia que han adquirido otros intermediarios financieros.
“Ellos usan el pretexto del Buró de Crédito, lo cierto es que no quieren prestar, no les interesa. Entre las alternativas por las cuales se financia actualmente las empresas se encuentran los proveedores, otros intermediarios financieros, ya que la banca de desarrollo también utiliza como filtro alguna institución financiara.
El entrevistado hizo referencia a la poca atención en términos de promoción que existen por parte de Nacional Financiera, que abandonó sus oficinas en Torreón y Gómez Palacio.
“Incluso si hay crédito por parte de la banca de desarrollo, generalmente lo aterrizan a bancos de primer piso que es un como un filtro y volvemos al mismo problema”.
El entrevistado señala que los diferenciales entre las tasas activas y pasivas (lo que cobran por prestar y lo que pagan por ahorrar) son abismales, ya que mientras las primeras se ubican en 35 por ciento, por las pasivas no dan más del cuatro por ciento “si el hablamos de una fuerte cantidad, de lo contrario ni al uno por ciento llegan”.
Por otro lado, los pagarés del Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa), hoy el Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB) representan un atractivo para cualquier inversionistas “que no quiere riesgos”.
Con relación al tema de las comisiones el entrevistado las evalúa como un robo, “digamos que si estornudas en una sucursal bancaria, es necesario fijarse a ver si no tiene comisión”.
Para Fernando Royo es necesario que el Gobierno Federal analice y encuentre soluciones al problemas del financiamiento ya que no es posible que solo mil millones de pesos sean destinados a las pequeñas y medianas empresas que representan el 70 por ciento del Producto Interno Bruto, mientras que a1 campo se canalicen 120 mil millones de pesos.
“Nosotros insistimos, el país en lugar de ser político debería ser económico y antes de repartir riqueza debemos de generarla”, precisa.