EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- El período de seis años de un Presidente o Gobernador es suficiente para, al menos, establecer políticas de largo plazo que vayan resolviendo los problemas, no sólo que los administren, declaró el académico, Miguel Ángel Ordaz Espinoza.
Por principio de cuentas, dice, los gobiernos en este país siguen siendo reactivos, en primer lugar porque arrastran un rezago muy grande por las incapacidades demostradas a través de la historia del país.
“Ha habido momentos en donde por circunstancias del entorno nacional hay un reflejo positivo en lo que concierne a la economía, sin embargo la generalidad ha sido que no se establecen al menos los lineamientos y bases mínimas para el efecto de poder discutir en conjunto con los gobernados y definir las políticas que el Gobierno tiene la obligación de ejecutar”.
Esto implica un cambio de cultura en el sentido más amplio, es decir, el pueblo como soberano y quienes gobiernan son los mandatarios, “los que nos hacen los mandados, pero durante mucho tiempo nos educaron que los mandados los hacemos nosotros y seguimos confundiendo estas cosas”.
Al primer mandatario, explica, lo vemos como lo máximo que hay, cuando en realidad es el primer mandadero, es el que debe atender el mandato mismo que la propia sociedad le dio, lo que sucede es que el sistema ha sido secuestrado por una clase política que se resiste todavía a estas alturas a cambiar, porque no quiere perder sus privilegios.
Pese a los cambios ya registrados, dice el profesor de la Facultad de Ciencias Políticas de la Universi-dad Autónoma de Coahuila, “la clase política anterior sigue dando patadas muy fuertes... y no son patadas de ahogado”.
