Reuters
BUENOS AIRES, ARGENTINA.- A pesar de una semana romántica entre el Mercosur y México, en que la segunda mayor economía de América Latina manifestó su deseo de integrarse como miembro pleno al bloque sudamericano, hay dudas sobre si eso será posible o sólo quedará en buenas intenciones.
Según analistas, funcionarios y empresarios, México hizo más que nada un movimiento político de acercamiento que podría dar como resultado un acuerdo menos ambicioso entre ambas partes.
También podría interpretarse como una intención de avanzar en la difícil relación comercial de Brasil -el gigante del bloque sudamericano- con México y cuyo comercio es actualmente reducido en volumen y sectores.
La intención del gobierno de Vicente Fox cayó sorpresivamente el pasado miercoles en medio de una gira del canciller mexicano Luis Ernesto Derbez por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay –los miembros plenos del Mercosur–, en la que el funcionario dijo que al menos quería un acuerdo de asociación como el que tiene Chile.
El viernes, Argentina a nombre del Mercosur abrió los brazos a su vecino de Norteamérica al decir que veía posible una integración plena al bloque.
"Están dadas todas las posibilidades para que México pueda acceder como miembro pleno del Mercosur", dijo a periodistas el vicecanciller Martín Redrado.
La diferencia principal entre ser o no miembro pleno del bloque es la integración a la unión aduanera que forman los cuatro países por la cual cobran los mismos aranceles para los productos que entran desde fuera, con algunas excepciones.
Como país asociado, Chile recibe preferencias arancelarias en el comercio con Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay pero mantiene independencia en sus aranceles para los demás países.
"Lo veo más bien como un acercamiento político (...) Si México se integrara (plenamente) debería tener el mismo arancel hacia terceros países y eso significa que probablemente tendría que renunciar a sus TLC (tratados de libre comercio)", opinó el analista mexicano de comercio Antonio Ortiz, del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE).
México tuvo un enorme desarrollo comercial a partir de 1994 con la puesta en marcha del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), con Estados Unidos y Canadá.
Actualmente, México es altamente dependiente de Estados Unidos, al que envía el 90 por ciento de sus exportaciones.
Redrado dijo que un acuerdo Mercosur-México no entraría en contradicción con el proyecto de crear un Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA), prioritaria para Estados Unidos.
"Nosotros no planteamos un escenario o el otro sino un escenario y el otro", señaló.
