Sabemos que la gran mayoría de la gente, en algún momento, ha sentido el impulso de comerse las uñas, podríamos decir, que inconscientemente, o ante la presencia de algún problema, angustia o ansiedad, pues precisamente, a esta conducta se le ha dado el nombre de onicofagia (del griego onyx, uña y phagein, comer), pero esto que pareciera que fuera una situación común y corriente, puede transformarse en un hábito, que de acuerdo a la posibilidad de poder frenarlo y a su intensidad, puede tener un componente patológico, que debe ser observado y tratado.
Este hábito, lo podemos observar en la infancia, adolescencia y la edad adulta.
La onicofagia afecta las uñas, los dedos y los dientes y esto dependerá de la frecuencia con la que se realice este hábito.
Si esta conducta es muy constante se puede dañar la matriz de la uña, provocando la deformidad de ésta, que se apreciará con la formación de montículos horizontales o verticales así como grietas en las mismas, así mismo las heridas realizadas en la piel circundante a la uña, pueden infectarse, pudiendo provocar abscesos. El efecto más extraño de la onicofagia es la pérdida de la uña.
Con respecto a las estructuras dentales, es frecuente ver en este tipo de situaciones, que los dos incisivos centrales superiores sufren un visible desgaste en sus bordes incisales, lo que los hace verse más cortos, afectando la estética, así mismo este hábito también puede producir problemas en la articulación temporomandibular, ya que al comerse las uñas, se deberá enfrentar los dientes superiores con los inferiores haciendo presión y la mandíbula estará en una posición inusual, el cóndilo se saldrá de su cavidad, teniendo un acomodo incorrecto lo que provocará inflamación y consecuentemente dolor articular y muscular.
Sobre el tratamiento de este tipo de padecimiento podemos comentar: que se han utilizado barnices de sabor amargo, uñas artificiales, etc., con el fin de erradicar este hábito, pero debemos estar conscientes que esto es un problema de conducta, que el paciente deberá tener conciencia del daño que se hace, y estar dispuesto a poner todo su esfuerzo para conseguir dejarlo, así mismo tener presente la ayuda con psicoterapia, que le ayudará mediante las técnicas de modificación de la conducta, a resolver este padecimiento.
En cuanto al abordaje odontológico con respecto al daño que a las estructuras dentales ocasiona este padecimiento, se pueden construir coronas de porcelana en los dientes que han sufrido desgastes severos, pero lamentablemente, si el paciente no deja este hábito, el tratamiento no será de gran utilidad, ya que el paciente terminará desgastando las superficies dentales de las piezas antagonistas.
Otra alternativa que se está usando hoy en día, conjuntamente con la ayuda de psicoterapia, es la fabricación de un dispositivo, que evita que el paciente haga el contacto necesario en sus piezas anteriores, impidiendo así, que pueda morderse las uñas.
?Es la prevención, nuestra mayor preocupación?. ¡Hasta la próxima!
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