Existen en el mercado una gran variedad de instrumentos de higiene oral, como son los cepillos manuales de todos tamaños, diferentes texturas, formas y diseños, para hacerlos más atractivos.
Así también, tenemos hoy en día, diferentes cepillos eléctricos, que pueden ayudar de una manera más significativa a cierto grupo de pacientes, que por algún motivo no realizan sus cuidados orales adecuadamente, elevando así, su riesgo de presentar mayor acumulo de placa dental, y consecuentemente, la aparición de enfermedad bucodental.
Estos pacientes podrían ser:
*Aquéllos que presenten alguna discapacidad, que les impida tener un buen control de motricidad y de coordinación de las manos.
*Pacientes con aparatos ortodónticos, estos cepillos pueden ser de gran ayuda para remover la placa, que se introduce en este tipo de aparatología.
*Pacientes que presenten gingivitis inducida por medicamentos, como los anticonvulsivos, en los cuales el exceso de tejido gingival, promoverá el atrapamiento de alimento y bacterias.
Pacientes con rehabilitación protésicas extensas.
*Pacientes que por negligencia, descuido o falta de disciplina no realizan una buena higiene bucal en casa.
*Pacientes pequeños en los que este tipo de cepillos pueden ser un motivante para inducirlos al cepillado dental diario, además de facilitarles el realizarlo.
Así como los cepillos manuales, los eléctricos también presentan diferentes diseños y características específicas, de las cuales podemos mencionar algunas:
Su peso, la velocidad y dirección de movimientos del cepillado, la adaptación de cronómetros automáticos, que indican el tiempo de cepillado, etc.
El uso continuo de los cepillos dentales provocará paulatinamente una pérdida de su eficacia, los filamentos pierden rigidez y se doblan, provocando una ineficiente remoción de la placa bacteriana y lesiones gingivales.
Se aconseja cambiar de cepillo, cada tres o cuatro meses, o antes si usted observa un deterioro de las cerdas provocado por un mal uso o un cepillado demasiado fuerte, aquí cabe mencionar que los niños acostumbran morder las cedas del cepillo ocasionando su deterioro con mayor prontitud, por lo tanto hay que estar alerta si esto sucede para reemplazarlo.
Al margen de la decisión, según nuestras necesidades, de elegir un cepillo manual o eléctrico, para nuestra higiene en casa, lo más importante es usarlo adecuadamente, con responsabilidad y disciplina, esto será significativamente gratificante para nuestra salud.
Aconsejamos guardar su cepillo dental de una forma apropiada, evitando el contacto con otros cepillos y preferentemente en un ambiente seco, lejos de áreas húmedas, logrando así, minimizar el riesgo de contaminación bacteriana de éstos.
Para finalizar, deseo, que en este año que comienza, una de nuestras prioridades sea: el tener, mantener y conservar una óptima salud bucodental.
?Es la prevención, nuestra mayor preocupación?. ¡Hasta la próxima!
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