De acuerdo con una especialista del IMSS, los síntomas iniciales son: ardor, comezón, calor y dolor en el área donde aparecerá la lesión.
Una ligera comezón es la primera señal de que el borde de los labios arderá, ya que ha sido atacado por el doloroso "fuego labial", al cual mucha gente teme por razones estéticas.
Existen incontables remedios caseros y callejeros para combatirlo, pero lo más adecuado es atender la receta de un médico y cuidarse de no infectar a otras personas.
Esos granitos ardientes o sus costras hirientes son en realidad un virus, el del herpes simple, que es latente y permanente en el organismo. Los especialistas dicen que es el responsable de que seis de cada 10 personas padezcan fuegos labiales o herpes oral: pequeñas protuberancias en forma de ampolla en los labios
o a su alrededor, que brotan sobre todo cuando hay una baja en el sistema inmunológico.
La doctora Patricia Sarmiento Aguila, responsable del Módulo de Fomento a la Salud de Nivel Central del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), explica que estas lesiones son molestas y dolorosas, además de que el virus es altamente contagioso al contacto de piel con piel cuando está presente la lesión, por lo
que para evitar un contagio es imprescindible no besar a otra persona, señala.
Unas sencillas medidas pueden mantener el mal a raya.
La especialista dice que para reducir la frecuencia con que aparece este tipo de herpes es necesario que las personas tengan una buena alimentación, controlen cualquier enfermedad, disminuyan el estrés, la fatiga y eviten el sedentarismo, los desvelos, así como el consumo de alcohol y tabaco.
Incluso, señala, las quemaduras solares son un factor de riesgos para la aparición del herpes oral.
LUCES ROJAS
De acuerdo con la especialista del IMSS, los síntomas iniciales son: ardor, comezón, calor y dolor en el área donde aparecerá la lesión.
Cuando comienzan a salir a la superficie se puede limitar el brote de las ampollas mediante la aplicación inmediata de cremas o pomadas comerciales que se promocionan para este fin, pero hay que evitar automedicarse antibióticos u
otros fármacos.
Sarmiento Aguila dice que este mal no debe durar más de dos semanas, de lo contrario es importante acudir al médico. Para que el fuego se apague sin mayores problemas de contagio, comenta la especialista, es necesario que no se compartan pañuelos, cepillos de dientes, lápices labiales y cubiertos.
Asimismo, para una curación más rápida es recomendable que no se revienten las ampollas ni se arranque la costra, porque es posible que se pase la infección a otra área de la boca o de la cara, y se prolongue esta molesta alteración. Es mejor si se mantienen los labios secos y limpios.
