Implementan programas del INEA para los reos
EL SIGLO DE TORREÓN
SAN PEDRO, COAH.- En el Centro de Readaptación Social (Cereso) de esta ciudad, los problemas que provocó la hepatitis hace varios meses, parece haber quedado atrás. Los que la padecen, aseguran gozar de mejor salud y admiten que su atención médica es puntual y adecuada.
Mediante un recorrido que realizó personal de El Siglo de Torreón, se pudo constatar el estado de ánimo que tienen los internos y los trabajos que se llevaron a cabo para cumplir con los siete puntos que la Comisión de Derechos Humanos (CDH) le señalara en su pasada visita.
El director del Cereso, David Fernández Hernández, aseguró que uno de los principales objetivos que cumplieron, fue el de clasificar a los presos de acuerdo a su ficha criminológica, ya que antes de 2003 no existía esta disposición.
Hasta hace unos meses, el 50 por ciento de los internos carecía de educación básica, pero ahora con los programas educativos implementados por el Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA) varios de ellos están por tener un nivel más de estudios.
El descubrimiento de la hepatitis en varios de los recluidos causó alarma y preocupación en diferentes sectores de la sociedad, así como en las autoridades de todos los ámbitos gubernamentales. De allí en delante, comenzaron las estrategias para paliar la situación.
En la actualidad, el problema parece haberse controlado. Al menos, así lo demuestran algunos de los que padecen esta enfermedad, como Juan Antonio Duéñez González de 24 años de edad, quien purga una condena por el delito de robo simple.
“Pues la verdad es que la alimentación está muy bien, a todos nos dan lo mismo de comer y sobre todo para que no nos haga daño a nosotros. Cada mes nos atienden y nos vacunan, la atención médica ha mejorado mucho”.
Jesús Mesta Sánchez, de 54 años de edad, está preso por el delito de delitos contra la salud y aunque no padece de hepatitis, admite que el trato es más humano que en otros penales de la República Mexicana.
“Yo soy un trasladado, vengo del Cereso de Torreón pero estuve en los de Piedras Negras, Monclova y aquí es el único en el que nos atienden bien. Las instalaciones están muy bien y no le piden nada a los que están más grandes”.
Hasta la fecha, no se han presentado en el penal conatos de violencia o fuga de reos. Recientemente varios grupos religiosos visitaron a los internos para realizar diversas actividades con motivo de la celebración del día de San Judas Tadeo.
Rehabilitaciones
“Cuando nosotros llegamos el 15 de junio del año pasado, encontramos instalaciones inadecuadas para la convivencia humana. Hoy, todas las celdas están pintadas, se compraron vidrios nuevos, se pusieron regaderas y todos los servicios para que los internos tengan condiciones aptas”, afirma Fernández Hernández.
En la actualidad se están incorporando vidrios nuevos a las celdas para evitar que los internos soporten las inclemencias del invierno. También se instaló un nuevo sistema eléctrico para que exista una mayor iluminación del lugar.
Atención médica
El Cereso de San Pedro cuenta con la coordinación de la Secretaría de Salud y de la Jurisdicción Sanitaria para que los internos tengan una buena atención médica, sobre todo que los enfermos de hepatitis reciban su dieta balanceada.
“La hepatitis sigue proliferando pero en el exterior del Centro, nosotros vacunamos dos veces al año a las personas que padecen la enfermedad así como al cuerpo de seguridad que resguarda las instalaciones”, admite Fernández Hernández.
Antes que una persona sea internado en el Cereso de San Pedro, se evalúa el estado físico en que llega. A cada uno de ellos o ellas se les practica el examen de VIH y hepatitis, para determinar en que área permanecerán durante su condena.
Hasta el momento ninguno de los presos que tienen hepatitis ha tenido una recaída. El estado de salud que es evaluado por la doctora, tiene resultados positivos. Cuando reciben la visita conyugal, se verifica que utilicen preservativos para evitar contagios.