Bruselas, (EFE).- El doctor belga que ha conseguido que una mujer diera a luz tras serle reimplantado tejido congelado de sus propios ovarios exhortó a ginecólogos y oncólogos de todo el mundo a ofrecer a las mujeres jóvenes con cáncer la posibilidad de recurrir a este nuevo método de fecundación.
El médico Jacques Donnez y su equipo del hospital universitario Saint Luc de Bruselas han conseguido que una mujer que sufrió un cáncer diera anoche a luz una niña tras serle trasplantada una parte sana de su propio ovario, que le fue extraído y congelado cuando se le detectó la enfermedad y antes de iniciar el tratamiento hace siete años.
La mujer, de 32 años, en condiciones de premenopausia debido al tratamiento, alumbró anoche de forma natural a una niña que pesó 3,75 kilos y que está en perfecto estado de salud.
El tamaño de la criatura, a quien se ha puesto el nombre de Tamara, aconsejó inducir el parto y adelantarlo quince días respecto al calendario normal.
Donnez vaticinó, en una concurrida rueda de prensa, que "cada vez habrá más mujeres que sobrevivan a su cáncer, y por eso tenemos que empeñarnos más en preservar la calidad de vida de esas personas".
Según el médico, el método, que es la culminación de más de diez años de investigaciones, tiene como grandes ventajas que es mucho más barato y más fácil que una fecundación "in vitro".
El nacimiento de la pequeña Tamara es el primero que se produce con un embarazo de estas características, del que ya informó el hospital cuando la mujer llevaba tres meses encinta.
La técnica desarrollada por el hospital belga había sido probada en dos ocasiones por centros médicos en Estados Unidos y Gran Bretaña, pero en ambos casos el embarazo terminó con un aborto espontáneo.
Los padres de la niña, que brevemente aparecieron con ella en la rueda de prensa, calificaron el nacimiento de Tamara de "un milagro" y la madre, belga pero de origen extranjero, insistió en que es "un mensaje de esperanza para todas las mujeres" que "no deben tener duda en probarlo".
La madre de Tamara es una de las primeras mujeres en las que ha sido probada la técnica y, según Donnez, "en este momento, hay otras 146 belgas que intentan quedarse embarazadas de esta manera y que ahora seguramente tendrán aún más esperanzas".