El príncipe Abdulá aseguró que aquellos que se entreguen serán tratados de acuerdo con la ley Islámica en lo que se refiere a los derechos de terceros.
23 de junio 2004.
Riad, (EFE).- El rey Fahd de Arabia Saudita ha dado un plazo de un mes para que los terroristas que se encuentren en el reino wahabí se entreguen voluntariamente a las autoridades para beneficiarse de una amnistía general.
La oferta fue anunciada en un mensaje del monarca, leído en su nombre por el heredero saudí, príncipe Abdulá Bin Abdulaziz, y en el que se insinúa que aquellos (terroristas) que se entreguen "serán tratados de acuerdo con la 'Sharía' (ley Islámica) en lo que se refiere a los derechos de terceros".
"Anunciamos por última vez que tendemos nuestra mano con la amnistía a aquellos que han abandonado la razón y cometido crímenes bajo el nombre de la religión", dijo el rey Fahd en el mensaje, según la agencia de noticias saudí, SPA.
Explicó que "todo aquel que aún no ha sido detenido después de las operaciones de terrorismo ahora tiene otra oportunidad para arrepentirse ante Dios y entregarse de forma voluntaria en un plazo que no supere un mes".
"Todos saben que no decimos esto desde una posición de debilidad, sino porque queremos primero ofrecer la amnistía y la seguridad que concederemos a quienes elijan la razón", agregó.
El príncipe advirtió que "a todo aquel que rechace (este ofrecimiento) le golpearemos con toda nuestra fuerza que recibimos de Dios".
En Arabia Saudita se aplica de forma estricta la "sharía", que condena a muerte a los convictos por delitos que, según el Corán, libro sagrado de los musulmanes, "propagan la corrupción en la tierra", como el asesinato, la brujería, la violación y el robo a mano armada.
En los casos de asesinato, sólo la familia de la víctima puede perdonar al criminal quien, en caso de no ser perdonado, suele ser decapitado con un espada públicamente.
En esta situación se supone que la "amnistía" anunciada por el rey Fahd beneficiará, sobre todo, a aquellos que no han participado en atentados terroristas como el que a finales de mayo causó la muerte de 22 personas, en su mayoría extranjeros, en la ciudad de Jobar, en el este del reino wahabí.
La amnistía se anuncia después de que las autoridades saudíes mataran el pasado viernes a tres terroristas en un enfrentamiento en Riad, entre ellos el presunto líder de Al Qaeda en Arabia Saudita, Abdulaziz Al Moqren.
La muerte de Al Moqren, que para los analistas supuso un duro golpe a Al Qaeda en este país árabe, se produjo pocas horas después de que la red terrorista decapitara en la capital saudí a un rehén estadounidense, Paul Marshall Johnson.
El indulto se enmarca dentro de una campaña en Arabia Saudita para combatir el terrorismo y el extremismo religioso con el fin de calmar la situación y evitar que la violencia perjudique la economía del mayor producto y exportador de crudo del mundo.
En este contexto, las autoridades saudíes anunciaron ayer que crearán un consejo encargado de supervisar la enseñanza superior y un centro nacional destinado a revisar el sistema de educación, acusado de fomentar el radicalismo islámico entre los jóvenes.
En El Cairo, el ministro de Información saudí, Fuad al Faresi, ha instado hoy mismo a los países árabes a intensificar sus esfuerzos para combatir el extremismo religioso y evitar que derive en terrorismo.
"Arabia Saudita esta luchando con firmeza contra el extremismo y el fanatismo que ha derivado en un terrorismo que, a su vez, ha derivado en destrucción, tragedias y muerte de ciudadanos saudíes y extranjeros", subrayó Faresi en un discurso inaugural de una reunión que sus colegas de la Liga Árabe han iniciado hoy en El Cairo.