Las opciones en la Comarca son pocas, reconoce Carlos Tovalin
El Siglo de Torreón
TORREÓN, COAH.- Pese a que el crédito bancario ha estado ausente en el sector comercio desde hace diez años, Carlos Tovalin López, presidente de la Cámara de Comercio de Torreón, no tiene dudas y confía en la promesa hecha por los banqueros de apoyar las actividades productivas.
Ante la desaparición del Banco Nacional de Comercio Interior y la poca operación de líneas de financiamiento de Nacional Financiera a esta actividad, las opciones han sido pocas para los comerciantes organizados, sobre todo con tasas de interés blandas y una autorización ágil por parte de la banca de primer piso.
La razón de peso que se tiene para tener esperanzas de que la banca se abrirá, sin limitaciones a los empresarios es una: el crecimiento del país no se puede sostener sólo con los recursos propios de cada empresa.
Aunque reconoce que la banca es un factor esencial del desarrollo de cualquier país, el entrevistado sabe que en México se aplican comisiones que son tres veces más elevadas que en Estados Unidos o Europa.
Sin embargo, los comerciantes tienen mucha confianza en que el banco será por fin un aliado, un apoyo real en sus necesidades de financiamiento. El presente año es el momento propicio para apoyar, con créditos, al sector productivo desde el punto de vista de los empresarios, particularmente los pequeños negocios han sido los menos favorecidos con la actual política de las instituciones bancarias.
En el caso de Carlos Tovalin logró sobrevivir gracias a los recursos propios para realizar inversiones en su empresa, pero un diez por ciento del capital fue obtenido a través de un préstamo bancario. Pese a que atravesó por una crisis económica en 1994, su situación es muy distinta a otros empresarios, dado que no tuvo dificultades para obtener la autorización del banco sin dar garantías a cambio.
Los comerciantes organizados de esta ciudad tienen como problema principal no sólo el ambulantaje, sino la falta de financiamiento a las empresas. Sin tener un banco diseñado para atenderlos como antaño, ahora los empresarios del ramo buscan nuevas formas de fondeo a través de la Secretaría de Economía.
Una mala experiencia...
En dos ocasiones, Alfonso Soto Corral solicitó un financiamiento y tuvo dificultades para su autorización, sobre todo por el gran número de garantías que piden, el tener un proyecto viable y dar un aval.
En pocas palabras, los requisitos siempre han sido muchos, por lo que diversos empresarios han optado mejor por no pedir prestado. Los ideales que sueñan los hombres de empresa son: se pida un menor número de documentos a presentar y se apliquen intereses blandos, similares al uno y el cuatro por ciento otorgado en Japón y la Unión Americana, respectivamente.
Las críticas de que las empresas en México no son competitivas bien podría explicarse por las altas tasas de interés, de un 27 a un 30 por ciento anual, que aplican las instituciones de crédito, puntualizó Alfonso Soto.