EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Una sentencia de más de 50 años por del delito de homicidio calificado con varias agravantes, será la que tiene que cumplir Juan José Zermeño Tello, quien en el mes de noviembre de 2003, ultimara de un tajo en el cuello a su rival en amores, Gerardo Alberto Serrano Gómez, a quien además trató de incinerar en el interior de su domicilio de la colonia Villas La Merced.
María Luisa Valencia García, titular del Juzgado Tercero de Primera Instancia del Ramo Penal, dijo que una vez que revisó el expediente del inculpado y al constatar que todos los indicios se hallaban en su contra, determinó dictarle una condena mayor de 50 años de cárcel.
La juzgadora relató que la noche del 25 de noviembre en su domicilio de avenida Manuel Oviedo, edificio seis, departamento tres de la colonia Lucio Blanco, Juan José Zermeño Tello, se alistaba para irse a trabajar como enfermero al Hospital Universitario, donde cubría el turno nocturno.
Antes de salir, recordó lo que le dijo María Altagracia Hernández Hernández, de 28 años de edad, de quien se había divorciado el pasado mes de mayo, pero seguían viviendo en el mismo domicilio, para “evitarle un trauma” a la hija de ambos, de ocho años de edad.
Juan José se sentía humillado y furioso cuando Gerardo Alberto Serrano Gómez, quien sostenía relaciones con su ex pareja, le envió un mensaje donde lo amenazaba con golpearlo y le advertía que no le permitiría ver a su hija. Además, María Altagracia le anunció que esperaba un hijo de su amasio.
A la mañana siguiente, cuando salió de trabajar, sin titubear se dirigió a bordo de un taxi a la casa de su rival en amores, sito en calle Del Abasto No. 1811 de la colonia Villas La Merced, pues “quería dialogar” con él. Ya llevaba consigo el arma homicida, un filoso bisturí.
Con un corte preciso, quirúrgico, que le destrozó la yugular, se encontró el cuerpo de Gerardo Alberto Serrano Gómez, con las manos atadas a la espalda con una venda, en el interior de un domicilio ubicado en la colonia Villas La Merced.
De 31 años de edad, soltero, Gerardo Alberto se desempeñaba como vigilante en el área de seguridad de la empresa Wrangler de México, se disponía a salir a las 07:00 horas para su trabajo, pero la muerte se lo impidió.
Lo intentó incinerar
Mientras su víctima y rival en amores se desangraba en el piso de la vivienda, Juan José Zermeño Tello realizaba los preparativos necesarios para incinerarlo y de paso borrar las posibles huellas dactilares que había dejado.
Su intención sin embargo, no fue posible del todo, pues tan pronto se retiró del lugar del crimen, varios vecinos observaron que del interior del domicilio de Gerardo Alberto Serrano Gómez, emanaba una densa columna de humo, por lo que acudieron de inmediato para sofocar el siniestro mientras otros daban aviso a los bomberos.
Pensando que el inquilino de la vivienda se había retirado a trabajar, los bomberos entraron para revisar que no hubiera nada más que pudiera reavivar las llamas y fue cuando encontraron el cuerpo sin vida de Serrano Gómez, cuyo costado derecho comenzaba a ser presa del fuego.