OBSTÁCULO| EL FENÓMENO PRIVA A LAS NACIONES DE SU POTENCIAL DESARROLLO
Muestra un análisis que Canadá es el menos deteriorado de América mientras que Haití tiene el primer lugar
EFE
LONDRES, INGLATERRA.- La corrupción hace estragos en sesenta países, según la organización Transparencia Internacional, que destaca como especialmente afectados por ese fenómeno, desastroso para las necesidades de desarrollo, a los productores de petróleo, desde Ecuador o Venezuela hasta Rusia o Angola.
?Este año, nuestro índice presenta señales alarmantes ya que nada menos que ciento seis países (de una lista de 146) están por debajo del cinco en una escala de corrupción que va del cero al diez?, explicó el presidente de la organización, Peter Eigen, al presentar el informe en Londres. ?Sesenta países de la lista están por debajo de un tres e incluso siete no llegan al dos?, agregó Eigen, en referencia, entre otros, a Paraguay (número 42 de la lista, con una puntuación de 1.9) y Haití, que comparte el último puesto con Bangladesh (1.1 por ciento).
Canadá es el país menos corrupto de las Américas, por delante de Estados Unidos y Chile, mientras que Haití es aquél donde reina mayor corrupción.
El índice de la corrupción elaborado por Transparencia Internacional se basa en la percepción que tienen de ese fenómeno tanto la comunidad de empresarios como los analistas y expertos del propio país afectado.
?La corrupción priva a los países de su potencial de desarrollo?, dijo Eigen, que señaló con alarma que países ricos en crudo como Ecuador, Venezuela, Angola, Azerbaiyán, Chad, Indonesia, Irán, Irak, Libia, Nigeria, Rusia, Sudán y Yemen figuren precisamente entre los más corruptos.
Así, Venezuela ocupa el puesto número 114 con una puntuación de sólo 2.3, que comparte con Honduras, mientras que Ecuador, con sólo una décima más (2.4 puntos) aparece en la posición 112, por detrás de Argentina (108 y 2.5 puntos).
?En esos y otros países petroleros, los ingresos que genera el petróleo van a llenar los bolsillos de ejecutivos de compañías petroleras occidentales, intermediarios y funcionarios locales?, dijo Eigen, que se refirió en ese sentido a ?la maldición del crudo?.
El presidente de TI se refirió también al caso actual de Irak y dijo que su futuro depende de ?la transparencia en ese sector?, a la vez que instó a los Gobiernos occidentales a obligar a sus petroleras a revelar cualquier tipo de pagos que hagan a los Gobiernos anfitriones y a las compañías estatales como única forma de atajar el problema.
De modo general, advirtió que si el mundo quiere que se conviertan en realidad los Objetivos de Desarrollo del Milenio de las Naciones Unidas, entre los que figura el de reducir a la mitad para el año 2015, el número de personas que viven en la más extrema pobreza, ?hay que hacer frente a la corrupción en la contratación pública?.
En ese sentido explicó que el próximo objetivo de la organización que preside serán precisamente las compras gubernamentales o contratación pública en los distintos sectores, entre ellos el también poderoso sector de la construcción.
En la lista general de países ordenados según el menor nivel de corrupción, que encabeza Finlandia, seguida de Nueva Zelanda, Canadá figura en el duodécimo puesto con una puntuación de 8.5 (en una escala que va del cero al diez).
Siguen Estados Unidos, decimoséptimo lugar con 7.5 puntos, Chile - vigésima posición de la lista general y 7.4 puntos por delante de Barbados y Uruguay, que con 6.2 puntos ocupa el puesto 28 en la lista general y el quinto en la de las Américas.
El resto de los países americanos no llega a la puntuación media de cinco y dos de ellos están incluso por debajo de dos: Paraguay, con 1.9 puntos, que ocupa la posición 140 de la lista general y Haití, que, con 1.5 puntos, comparte con Bangladesh el puesto 145, último de la lista.
Costa Rica no llega al aprobado con sólo un 4.9 por ciento, que le sitúa en el puesto 41 de la lista general, dos puestos por delante de El Salvador, que comparte la posición 51 con Trinidad y Tobago (4.2 puntos).
Brasil es en lo que toca a la corrupción, con 3.9 puntos, décimo de los países de América y número 59 de la lista general, por delante de Colombia, undécimo de los del hemisferio pero número sesenta de la lista general, con 3.8 puntos.
Cuba y Panamá ocupan una posición media entre los americanos ya que comparten el puesto decimotercero (62 de la lista general), con 3.7 puntos, por delante de México (quince de la lista americana y 64 de la general) con 3.6 puntos.
Siguen Perú, decimosexta posición en el hemisferio, pero 67 en la lista de todos los países estudiados, con 3.5 puntos, la República Dominicana, que figura detrás de Jamaica, en el puesto 18 (87 de la general) con una puntuación de 2.9, por delante de Nicaragua -puestos 19 y 97 en una y otra lista y 2.7 puntos. A Argentina se le atribuyen sólo 2.5 puntos, por lo que ocupa el vigésimo puesto entre los americanos y el 108 de la lista general, en lo que aventaja al petrolero Ecuador, que sólo logra 2.4 puntos y figura en la posición 21 de la primera lista y en el 112 de la general.
Honduras y Venezuela reciben igual puntuación -2.3- y ocupan por tanto el puesto 24 en la primera lista y el 114 en la que incluye a todos los países, mientras que Bolivia y Guatemala figuran en los puestos 24 de la primera lista y 122 de la general, con 2.2 puntos, inmediatamente antes de los ya citados Paraguay y Guatemala. Al publicar la lista, el presidente de Transparencia Internacional destacó los esfuerzos que están haciendo pese a todo los Gobiernos de algunos países latinoamericanos para combatir la corrupción, entre los que citó a los de México y Colombia.
Eigen se refirió a la imperiosa necesidad de hacer frente a la corrupción en la contratación pública y dijo que en momentos en que ?los gastos de los Gobiernos en ese capítulo se aproximan a los cuatro billones de dólares anuales en el mundo, el dinero que se pierde en sobornos es como mínimo de 400 mil millones?.
Eigen dijo además que la lucha contra la corrupción es un desafío tanto para los líderes políticos como para una sociedad civil bien organizada y reconoció que tan importante como acabar con los corruptos es hacerlo con las empresas que sobornan para conseguir contratos en sectores claves como los de obras públicas, la construcción o la industria de armamentos.
De hecho, Transparencia Internacional publica también cada dos años un índice de países que sobornan, que no coincide para nada con el de países afectados por la corrupción ya que en el último, de 2002, figuraban en los primeros lugares Australia, Suecia, Suiza, Austria, Canadá y Holanda, es decir lógicamente países ricos.
Muchos de esos países son además signatarios de la Convención Antisobornos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que considera ilegal el soborno de funcionarios públicos extranjeros.
Factores de riesgo
Las contrataciones de obras públicas, la financiación de los partidos políticos y cada vez más el sector de la construcción, son las principales vías para el aumento y perpetuidad de la corrupción en todo el mundo, según el último índice anual de Transparencia Internacional.
La ONG ha calculado, además, que las pérdidas para los países por los sobornos en licitaciones públicas alcanza los 400 mil millones de dólares (igual al 75 por ciento del PIB español) anuales. La corrupción sistemática se ve en muchos países, pero en especial en los productores de petróleo.
La corrupción a escala internacional no puede decirse que vaya en retroceso. Algunos países mejoran en el índice de percepción que cada año desde hace diez elabora Transparencia Internacional, pero aún hay muchos que padecen este mal de forma endémica. En estos últimos, de los cuales el devastado Haití se lleva la palma, los sobornos están presentes en cada acto político, jurídico, social, o del tipo que sea, que se lleve a cabo. Antonio Garrigues Walker, presidente de la Fundación Ortega y Gasset que colabora con Transparencia y en especial con su sección española, señaló que ?no hay nada que deteriore más los sistemas económicos que la corrupción? que es, a su juicio, ?una causa de pobreza?.
Entre los países que están a la cabeza de los más corruptos está Paraguay y basta recordar un hecho reciente para entender lo dañina y cruel que puede llegar a ser una sociedad corrupta: El incendio que en agosto pasado dejó casi 400 muertos en un hipermercado de Asunción, la capital paraguaya. Una semana después de la catástrofe, el propio Presidente del país suramericano, Nicanor Duarte, achacó a la cultura de la corrupción que impera en el país como responsable última del siniestro.
?Lo que pensé en este momento fue cómo el fraude, la cultura torcida, la falta de respeto a los procedimientos, el soborno, pueden generar una tragedia y un tremendo dolor al pueblo?, llegó a manifestar Duarte. Duarte no es el único Presidente suramericano o de un país en vías de desarrollo que ha reconocido corrupción en su país, pero a pesar de ello, la lucha contra este problema va un poco lenta.
Si se ve sólo América Latina, el índice de Transparencia certifica que sólo dos países de la región, Chile y Uruguay, tienen una calificación por encima de la media. Chile incluso supera a España en la clasificación de la ONG. El resto de los países latinoamericanos deja mucho que desear, en especial Argentina, donde por su puntaje, claramente está en el grupo de países de corrupción sistemática. Pero si la segunda economía suramericana no es un ejemplo de lucha contra la corrupción, la primera, Brasil, tampoco destaca. México, en cambio, ha mejorado un poco.
Costa Rica, que está entre los menos corruptos de Hispanoamérica, puede perder puestos el próximo año si el escándalo del costarricense Miguel Ángel Rodríguez, el presidente de la OEA que acaban de echar por aceptar sobornos, salpica la imagen del país centroamericano. El índice destaca además el progreso de El Salvador y de Trinidad y Tobago.
ARGENTINA
Argentina mantuvo en 2004 la misma calificación frente a 2003, un dato que muestra que la imagen del país no siguió dereriorándose pero que aún es la séptima nación más corrupta de América Latina.
?Esta mala nota de 2.5 significa que Argentina necesita poner en marcha medidas de prevención de la corrupción (...) Argentina necesita que estemos todos involucrados y todos interesados?, dijo Mario Rejtman Farah, presidente de Poder Ciudadano, la ONG que presentó el informe en Buenos Aires.
Pero luego agregó que ?me parece que un índice estable en estos dos últimos años, por lo menos indica que no seguimos cayendo. Creo que podíamos haber seguido cayendo, pero se ha estabilizado. Veamos el año que viene, si la curva comienza a mejorar y empezamos a tener mejores calificaciones?.
La estabilidad en el índice argentino, que además es la mejor calificación que obtuvo desde 1996 el país, coincide con los años de Néstor Kirchner en la Presidencia del país.
Una serie de medidas del Gobierno, entre ellas la remoción de miembros de la Corte Suprema de Justicia acusados de mal desempeño, los despidos de policías sospechosos de fraude y la introducción del voto electrónico en el Senado han provocado avances en el camino contra la corrupción.