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IRAK, BAGDAD.- La residencia del embajador español en Bagdad resultó dañada por la explosión de un coche bomba que al parecer iba dirigido contra un convoy militar estadounidense, en una nueva jornada de violencia en Irak.
“La explosión fue tremenda. Arrancó las puertas de sus marcos y reventó los cristales de las ventanas. Nos cayó metralla en el jardín y en la piscina, pero todos estamos sanos y salvos”, dijo el encargado de negocios español en la capital iraquí, Marcos Vega.
Al menos dos vehículos del Ejército estadounidense resultaron alcanzados por la explosión que tuvo lugar alrededor de las cinco de la tarde de ayer en la calle Al Said, del barrio de Al Mansur, pero se desconoce por el momento si ha dejado víctimas entre los soldados norteamericanos.
“Es una calle por la que pasan muchos coches estadounidenses y está claro que les estaban esperando”, aseguró Vega.
El coche bomba saltó por los aires al paso de un convoy estadounidense, justo delante del “Club de Caza” de Bagdad, donde todos los miércoles el Ejército presta servicios de escolta a varios políticos locales que utilizan las dependencias del Club para sus reuniones.
Un portavoz del mando militar estadounidense, dijo desconocer el origen del ataque y sus consecuencias, y se limitó a señalar que “investigaremos el incidente”, mientras que el ministerio iraquí de Sanidad no ha informado de víctimas.
La avenida Al Said fue cortada por el Ejército norteamericano poco después del ataque y las fuerzas norteamericanas impidieron el paso a los informadores.
La residencia de la embajada española, situada en una calle secundaria paralela a la de Al Said, está protegida por un doble dispositivo, uno interior de agentes españoles de los GEO, y otro exterior de guardias privados de seguridad pagados por la propia delegación diplomática y por la embajada de Alemania situada en la misma calle.
Altos muros de hormigón rodean por completo el edificio y una doble puerta blindada garantiza la inviolabilidad del recinto. Sólo se encuentraban en ella el encargado de negocios y su esposa, así como los empleados de servicio.
El resto del personal diplomático se alojaba en la propia cancillería, que también está en el barrio de Al Mansur. La embajada de Brasil, situada en la propia calle de la explosión, sufrió también grandes desperfectos en su fachada.
Varios edificios pertenecientes a algunas empresas iraquíes recibieron igualmente impactos de metralla.
El pasado mes de marzo los guardias de seguridad que protegen la embajada de España realizaron varios disparos al aire cuando un grupo de desconocidos intentó penetrar en la calle donde se encuentra la sede diplomática.
En aquella ocasión el ataque se produjo en torno a las tres de la madrugada, cuando un coche intentó acceder a la calle de la embajada.
Los guardias de seguridad iraquíes que protegen la calle y que están a sueldo de la embajada y de una empresa egipcia, les impidieron la entrada, pese a que en el coche viajaban hombres armados vestidos de civil que dijeron ser policías.
Por otro lado, el ministerio de Sanidad iraquí informó que siete personas murieron y otras 53 resultaron heridas en un primer atentado con coche bomba perpetrado ayer por la mañana en Bagdad.
El Ejército de EU anunció por su parte que uno de sus soldados murió por la explosión de una bomba de fabricación casera al paso de un vehículo militar norteamericano en las afueras de la ciudad de Tikrit, unos 175 kilómetros al norte de la capital.
Con él, asciende a mil 36 el número de militares estadounidenses que perdieron la vida en acciones de combate en Irak desde el inicio de la invasión del país árabe en marzo de 2003.