Para lograrlo, se requiere del cumplimiento de ciertas fórmulas.
Porque no llega solo, ni está al alcance de todos.
Lograr el éxito requiere de tiempo, esfuerzo y paciencia.
Nadie, tocado solamente por una varita mágica o un conjuro puede convertirse en un ser exitoso.
Preparar el camino que conduce al éxito se lleva su tiempo.
También hace falta mucho esfuerzo, con toda la mayor dedicación.
Y todo eso deberá estar salpicado con polvitos de paciencia para no entrar en los campos fértiles de la desesperación.
Hoy, los médicos famosos, han tenido que emplear varios años en su formación. Han tenido que internarse profundamente por los vericuetos del organismo humano, sus reacciones, sus rechazos, sus modificaciones químicas, etc., etc.
El esfuerzo ha robado horas al descanso y al sueño.
Y han tenido que armarse de mucha paciencia para no renunciar a lo que pide más y más entrega.
Y lo mismo pasa con los buenos abogados, obligados a conocer profundamente el Derecho, con sus leyes, reglamentos, jurisprudencias y sobre todo las actualizaciones que van teniendo unas y otras.
Pero nuestro gran interés es que hoy día, los jóvenes estudiantes, los que quieren tener éxito mañana, entiendan que para lograr sus objetivos tendrán que dedicar mucho tiempo, esfuerzo y paciencia para prepararse mejor.
En esta época de vacaciones es bueno descansar, pero también es tiempo de reflexionar sobre el futuro.
Y es que cada vez hay una mayor y mejor selección en los poquísimos empleos que están disponibles, y mañana cuando ustedes se gradúen, serán menores. Pero siempre habrá un lugar para los mejor preparados, para los que supieron aprovechar el tiempo y empleando tiempo, esfuerzo y paciencia pudieron conocer más que sus compañeros de clase.
El éxito no se recibe por herencia sino por conocimientos, capacidad y mucha vocación.
El éxito es para unos cuantos. Sea usted parte de ese pequeño grupo.
