Han tenido un toque muy especial.
Para los madrugadores, el cielo ofrece un gran regalo.
Con rumbo del Oriente se ven las luces de dos astros, Venus y Júpiter, a veces muy cerca y a veces a cierta distancia, y más abajo está la Luna.
Una de estas mañanas, una persona que nos acompañaba en la caminata, sacando cosas de su imaginación nos dijo: ?Mira, es como si el Señor sacara a pasear a Júpiter y a Venus atados de un hilo y más abajo colgando a la Luna.
Y es que la simetría de los tres astros era tan perfecta, su luminosidad tan clara que daban ganas de ir a despertar a nuestros conocidos para que no se perdieran el espectáculo.
Bien dicen que a quien madruga Dios no sólo lo ayuda, sino que le regala sus maravillas para que las gocemos.
Mirando el espectáculo astronómico de este hermoso noviembre uno se pone a fantasear pensando en algún día poder viajar por el espacio, yendo de un planeta a otro, utilizando naves impulsadas por fotones, la energía del futuro.
Este noviembre, El Lucero de la Mañana no ha querido estar solo. Se ha acercado a un astro hermoso para deleitarnos con su presencia.
Y junto a ellos la hermosa Luna, que no quiere dejar su belleza de octubre para prolongarla más, esperando que usted se levante temprano y admire estas maravillas del Señor.