El tema va y viene.
Períodos hay en los que parece olvidarse.
Pero regresa y cada vez con mayor fuerza y mejores pruebas.
En esta casa, allá por los años cincuentas, se recibían muchas llamadas contando experiencias interesantes sobre este fenómeno. Nos tocaba contestar el teléfono y escuchábamos cada historia.
La noche del 25 de septiembre de 1955, en las tres ciudades centrales de nuestra Comarca se escuchó un estruendo impresionante.
Pronto empezaron las llamadas. En la primera decían que todos los cristales de la empresa Cimaco se habían roto porque un platillo volador pasó cerca.
Luego que esos platillos habían roto los cristales de todos los edificios, como el Monterrey y el de los hoteles.
Más de inmediato surgió la verdad. Un camión con dinamita se había atravesado al paso del tren en Guayuleras, a las afueras de Gómez Palacio ocasionado una gran tragedia, con un número de muertos que nunca se estableció.
El fenómeno Ovni volvió a sumirse en el letargo.
Al terminar los años sesentas volvió a cobrar fuerza cuando en EL SIGLO dimos a conocer las experiencias del Ing. Harry de la Peña en la que se llamaría La Zona del Silencio.
Aparecieron escritores e investigadores que señalaron el lugar como el sitio exacto para el descenso de naves de otros planetas.
Un día llegó a nuestras oficinas un gomezpalatino que vivía por el rumbo de Frankie y nos contó de las visitas que le hacía un misterioso personaje, de traje plateado y más de dos metros de estatura. La cara no se le veía bien pero sus ojos parecían dos grandes pelotas.
Y apenas hace unas semanas, el conocido empresario don Arturo Rodríguez Meléndez nos platicó del extraño objeto que poco después del anochecer aparecía por el noroeste de nuestra ciudad, como girando, luego se trasladaba arriba del Cerro de las Noas y ahí despedía luces y desaparecía rápidamente.
Don Arturo dijo que fueron varias las ocasiones en que vio el fenómeno, incluso con prismáticos. Que parecía girar y que se movía de arriba abajo a gran velocidad y luego se desplazaba velozmente por el firmamento.
Algunas veces presentamos las pláticas con don Joaquín Sánchez Matamoros, quien siempre nos decía: “No podemos ser tan egoístas y pensar que estamos solos en el universo. Debe haber otros mundos y otras vidas en tantos y tantos planetas que existen en el universo”.
El fenómeno Ovni seguirá, y cada vez serán más contundentes las pruebas. Algunos lo negarán, pero como dijo Galieleo “E pur si mouve” Y sin embargo se mueve.
