Todo el pueblo lo conoce con ese nombre.
Es un ser fuera de lo común, un hombre que sabe dar sin que se le pida.
Desde niño mostró de mil formas su generosidad.
Gusta de extender la mano a quien necesita algo.
Y se le ve el gusto por apoyar al prójimo.
Pocas personas como él, porque nunca está esperando algo sino todo lo contrario.
Picas, le gritan los niños y los adultos.
Y un día le preguntamos el origen de su sobrenombre, y con su clásica risa nos dijo:
?Cuando estaba chiquillo decían en la casa que no me gustaba mucho comer, que solamente picaba los alimentos, y eso motivó que me dijeran, oye tú, que sólo picas la comida ven acá?.
Es el promotor de todos los deportes. El que compra los balones o las pelotas.
Su pasión es el futbol y hay ocasiones en que por ir a un partido se olvida de sus negocios y se va a ver la forma en que van superándose los niños y los jóvenes a través del deporte.
Mucha gente de la Comarca Lagunera lo conoce, porque cuando va a su pueblo, él, casi sin conocerlos, los atiende pensando que son amigos nuestros.
Lo conocimos cuando era niño. Un día llegamos a casa y lo vimos ahí, en la cocina con mamá, platicando de su colegio.
Volvimos y lo vimos ahí de nuevo una y otra vez, hasta que le preguntamos a mamá quién era, y ella, como asombrada de nuestra ignorancia nos dijo simplemente: Es El Picas, a quien tanto queremos.
En los momentos alegres, y también en los tristes Picas ha estado a nuestro lado. No podríamos concebir ir al pueblo y no verlo y saludarlo. Toda la familia lo considera como parte de nosotros.
Y pocos saben que se llama Arturo Norman Giacomán.