Polémico perdón hacia anticastristas de la Presidencia panameña; Cuba rompe relaciones con el país centroamericano.
Reuters
CIUDAD DE PANAMÁ, PANAMÁ.- El Gobierno panameño dijo ayer que indultó por razones humanitarias a cuatro anticastristas cubanos condenados este año en Panamá por conspirar para matar en 2000 al presidente cubano Fidel Castro.
“Este indulto lo di por razones humanitarias, porque sabía que si estos señores se quedaban así, serían extraditados a Cuba y Venezuela (donde Posada Carriles también enfrenta cargos) y allá seguro los iban a matar”, dijo Moscoso a periodistas al justificar su decisión.
Unas 160 personas fueron indultadas según una lista proporcionada por el Gobierno, en su mayoría periodistas muchos de los cuales no estaban condenados sino que tenían demandas en su contra sin siquiera saberlo.
Los anticastristas Luis Posada Carriles, Guillermo Novo, Gaspar Jiménez y Pedro Crispín Remón obtuvieron su libertad y, según Moscoso, abordaron unos aviones pero dijo desconocer su destino.
“Salieron de (el aeropuerto de) Tucumen, abordaron unos aviones (...) No sabemos a dónde iban (...) Se les entregó y se fueron”, dijo Moscoso, cuyo mandato termina el 31 de agosto.
Reacciona La Habana
El gobierno cubano anunció ayer mismo oficialmente la ruptura de relaciones con Panamá por el indulto a cuatro anticastristas condenados por planear un atentado contra Fidel Castro.
“Quedan rotas por tiempo indefinido las relaciones diplomáticas entre la República de Cuba y la República de Panamá, un Estado que ha demostrado ser incapaz de evitar la monstruosa acción que acaba de realizarse contra el pueblo de Cuba”, señaló un comunicado oficial divulgado en La Habana.
Los anticastristas indultados son Luis Posada Carriles, Gaspar Jiménez, Pedro Remón y Guillermo Novo, a los que Cuba acusó de planificar un atentado con explosivos contra Fidel Castro durante la X Cumbre Iberoamericana, celebrada en Panamá en 2000, y fueron condenados en ese país por delitos contra la seguridad colectiva y falsificación de documentos.
El comunicado del Gobierno Revolucionario de Cuba denuncia la manera “artera y vergonzosa” de proceder de la presidenta de Panamá, Mireya Moscoso, que anoche concedió el indulto a los cuatro anticastristas, que tienen un largo historial delictivo en la isla.
En Miami, Ninoska Pérez Castellón, portavoz del Concilio Cubano por la Libertad, dijo a Reuters que Novo, Jiménez y Crispín, llegaron a un aeropuerto local de la ciudad.
Versiones de la prensa panameña señalaron que Posada Carriles, sobre quien Panamá rechazó pedidos de extradición de Cuba y Venezuela antes de que fueran condenados, podría haber viajado a “un país centroamericano”.
Posada Carriles enfrenta cargos de falsificación de documentos en El Salvador, según informó el presidente salvadoreño Tony Saca.
Posada Carriles es acusado por Cuba de utilizar a Venezuela como base para planear el ataque en 1976 contra la aerolínea Cubana de Aviación en Barbados, en el que murieron 73 personas.
Un quinto implicado, el cubano nacionalizado panameño César Matamoros no fue indultado.
La justicia panameña había condenado a Posada Carriles y a Gaspar Jiménez a ocho años de prisión en Panamá por delitos contra la seguridad pública, peligro común, y falsificación de documentos.
La fiscalía panameña ha dicho que Posada Carriles, un exiliado cubano, planeaba matar a Castro al hacer estallar explosivos mientras el líder pronunciara un discurso en la Universidad de Panamá, el 18 de noviembre de 2000, al final de la Cumbre de jefes de Estado.
Novo, Crispín y Matamoros fueron condenados a siete años de cárcel por atentar contra la seguridad colectiva.
El Gobierno de Fidel Castro amenazó con romper relaciones diplomáticas con Panamá si la presidenta Moscoso indultaba al grupo de anticastristas.
El embajador de Cuba en Panamá regresó a su país el miércoles luego de que la mandataria Moscoso pidió su retiro. Moscoso ya había retirado antes al representante panameño en la isla antillana.
Posada escapó de una prisión en Venezuela en 1985, supuestamente disfrazado de sacerdote, donde cumplía una sentencia por estar involucrado en el ataque de 1976.
Posada también es sospechoso de haber sido el autor intelectual de una campaña de explosiones en zonas turísticas de Cuba en 1997.