"Tuve una pesadilla espantosa –le dice el marido a su mujer. Soñé que tú y Paulina Rubio se estaban peleando por mí". "¿Y qué tiene de espantoso ese sueño?" -pregunta la señora. “Tú ganabas" -responde el marido, en su voz una infinita dosis de rencor... Charlaban en el restorán los dos gerentes de la empresa. "¿ Qué tal tu nueva secretaria?" -pregunta uno. "Es mala" -responde el otro. "-¡Qué suerte tienes! -responde el otro con envidia-. La mía es muy buena"... Murió un señor. Su viuda fue con un espiritista a pedirle que invocara a su difunto esposo. El espiritista se pone en trance y a poco se escucha, como venida de ultratumba, la voz del muerto: "Aquí estoy. ¿Quién me llama?". "Soy yo, viejito -contesta tímidamente la mujer ¿Cómo estás en el más allá?”. "Soy feliz" -responde el finado. Quiere saber la señora: "¿Más feliz que cuando vivías conmigo?". "Más, mucho más feliz" confirma el hombre. "Dime -inquiere la mujer-. ¿Cómo es el Cielo?". Responde el difunto, malhumorado: "¿Quién te dijo que estoy en el Cielo?"... Terminan de comer los antropófagos. Dice uno chupándose los dedos: "De veras tiene buena mano el cocinero blanco". "Sí -responde el otro caníbal también muy satisfecho-. Mañana nos comemos la otra"... "Esta es tu última oportunidad, Xóchitl –le dice el guerrero azteca a la preciosa doncella india-. Mañana van a sacrificar a las vírgenes"... El niñito se inquietó al ver a su mamá con la cara cubierta por una espesa capa de crema color verdinegro. "¿Qué es eso, mami?" -le pregunta. "-Es una crema para verme bonita" -le explica ella-. Un par de horas después la señora se quita la crema y se lava la cara. El niñito la ve muy fijamente y le pregunta luego: "No sirvió ¿verdad?"... Se celebraba en la Olimpíada la competencia de regatas. En un puente sobre el río se había apostado un grupo de mexicanos. Cada vez que pasaba uno de los botes que competían los mexicanos insultaban a los remeros: "¡Chinches caones, huleros, indejos!". Los remeros, naturalmente, concentrados en la competencia, ni siquiera se percataban de los gritos. Y pasaba otro bote, y otra vez los mexicanos: "¡Huleros, indejos, caones!". Por fin, allá al último, venía un bote muy rezagado. Cuando llega al puente los mexicanos prorrumpen otra vez en sus insultos: "-¡Chinches huleros, caones!". Los competidores dejan de remar, se ponen todos de pie sobre el bote y cerrando el puño les gritan furiosos a los del puente: "¡Tiznen a su madre, hijos de buta, desgraciados, mendigos, josdelada!". Los mexicanos del puente se llenan de alegría. "-¡Esos son! -exclaman jubilosos-. ¡¡¡México, ra ra ra!!! ¡¡¡México, ra ra ra!!!”... La maestra de Inglés le pregunta a Pepito: "¿Cómo se dice ´azul´ en inglés?". "Blue" -responde sin vacilar el niño-. "¿Y azul fuerte?" -pregunta la maestra. Pepito vacila un poco, y luego tímidamente arriesga una respuesta: "¿Blue Demon?"... La linda alumna le dice al sabio y distraído profesor: “Trae usted mojado el pantalón, maestro”. “¡Caramba! –exclama él consternado-. ¡Otra vez me desabroché el chaleco y me saqué la corbata!”... FIN.
