Torreón Calidad del aire Peregrinaciones Tránsito y Vialidad

De Política y Cosas Peores

Armando Camorra

La recién casada les cuenta a sus amigas: “Baudelio me dice que podría vivir siempre alimentándose tan sólo de mis besos”. “¿Y no le cansa esa dieta?” -dicen sonriendo las amigas. “No, -responde la chica-. Lo que lo deja agotado es el postre”... Un joven marido decide darle a su mujercita una fiesta sorpresa el día de su cumpleaños. Le dice: “Arréglate, Susiflor, porque te voy a llevar a cenar y luego a bailar”. Ella sube a su recámara. Entonces el marido abre la puerta y hace entrar a todos los amigos a la sala, cuya luz había apagado. Ya estaban todos ahí, listos para cantarle a la muchacha “Las Mañanitas”, cuando aparece ella en la escalera -ésta sí muy iluminada- sin llevar nada de ropa encima. Le dice la chica a su marido: “Rigoberto, ven ahora, porque al regresar me vas a salir, como siempre, con que vienes muy cansado”... En tratándose de política nuestro país sigue siendo un parque jurásico. Así lo muestran las manifestaciones y plantones habidos con motivo del debate sobre la legislación del IMSS. Por medios de presión se pretende frenar un cambio necesario para la supervivencia de esa institución, aherrojada ahora por intereses que amenazan su funcionamiento, y aun su existencia misma. A nadie puede prohibirse la expresión de su inconformidad, pero esa expresión no debe hacerse lesionando los derechos de otros. México no se modernizará mientras no aprendamos a reconocer la existencia de “el otro”, es decir de aquél cuyo derecho debo respetar como condición para que el mío sea respetado... A altas horas de la noche iba un individuo caminando por la vía pública. Le dice un policía: “¿Puede explicar por qué anda en la calle a estas horas?”. Responde el tipo: “-Si me ayuda a encontrar una explicación me voy a mi casa”... Aquel tipo era un briago tan notorio que todo mundo le decía “el borracho del pueblo”. Y eso que vivía en Nueva York. Llegó un día a su casa a altas horas de la madrugada. “¡Ábreme, viejita!” -grita suplicante ante la puerta-. “¡Lárgate, borracho!” -le grita con destemplada voz su consorte, furibunda-. ¡Vete de aquí, beodo, briago, dipsómano, azumbrado, temulento, ebrio, chispo, alcoholizado, pellejo, mamado, borrachín! ¡Vete!”. “-Ábreme, por favor, mi cielo -insiste el catavinos-. Te traigo una sorpresa”. “¿Qué sorpresa es ésa?” -pregunta curiosa la mujer al tiempo que entreabría la puerta para ver. Anuncia alegremente el tartajoso: “¡Me saqué en una rifa una estufa y un trinchador!” . “¿Dónde están? -inquiere la mujer-. No veo nada”. “-Con esta ficha los puedo reclamar -dice el borracho entregándole una corcholata de refresco-. Mira, lee: Estufa y trinchador”. “¡Qué estufa y trinchador ni qué tus narices! -se enfurece la mujer-. ¡Aquí dice ‘Estudia y triunfarás’!”... Los cinco amigos terminaban de beber y cantando alegremente se disponían a subir al coche para regresar a casa. Uno de ellos le dice a otro: “Tú maneja, Empédocles. Estás demasiado borracho para cantar”... El oficial del Registro Civil le indica ya molesto al tipo que todos los días lo buscaba en su despacho: “Le suplico que ya no siga viniendo, señor. Le he dicho una y otra vez que su contrato de matrimonio no ha vencido, que no tiene fecha de vencimiento”... FIN.

Leer más de Torreón

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Torreón

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 102259

elsiglo.mx