Le dice una monjita a su compañera: "Hermana: debe resultarle algo incómodo eso de llamarse Virgen". "-Sí -responde la madrecita-. Sobre todo porque me apellido Loera"... Dos loquitos estaban sentados en la playa a la orilla del mar. Uno de ellos prueba el agua. "Sabe muy fea -dice con disgusto-. Está salada". El otro toma una azucarera y se la da, y el loquito echa en el agua del mar dos cucharaditas de azúcar. "Sigue salada" -dice probándola otra vez. Exclama muy enojado el otro loquito: "¡Pos menéale, tarugo!"... La mujer que estaba disertando en público era una violenta feminista. "A ver -proclama retadora-. Les hago esta pregunta a los varones que me escuchan: si no fuera por la mujer ¿dónde estaría el hombre?". Le responde una voz masculina: "En el Paraíso Terrenal, bebiendo leche y miel y rascándose los éstos"... Le pide un tipo a otro: "Préstame mil pesos". "-Cómo no -responde el otro-. Aquí los tienes". El tipo se queda pensando y luego dice: "Mira: mejor préstame nada más 500. No tengo intenciones de pagarte, y me prestaste de tan buena gana que sería injusto hacerte perder tanto dinero"... Le pregunta una señora a otra: "¿Qué cargo tiene tu marido en la fábrica". Responde ella. "Es supervisor". "¿Y qué hace en ese puesto?"- quiere saber la otra. "No sé exactamente -confiesa la señora-. Pero por lo que me ha contado, si lo que hace en la fábrica lo hiciera aquí en la casa yo le estaría diciendo siempre: ‘No estés j...’"... Le dice Rosibel a Babalucas: "Tú me haces que crea en la reencarnación. Nadie puede llegar a ser tan bruto como tú en una sola vida"... Pirulina ganaba buen dinero haciendo cesión de sus encantos a título oneroso. Quiero decir que era muchacha de la vida alegre. En su trabajo le iba bien, de modo que vestía con lujo, vivía en un precioso departamento y traía coche del año. Cierto día recibió a un visitante. Entablaron conversación y el tipo quiso saber algo acerca de la vida personal de Pirulina. Le cuenta ella: "Mis papás son maestros. Tengo tres hermanas, las tres profesoras también". El tipo se sorprende. "Y con esa familia de maestros -le pregunta- ¿cómo fue que te hiciste prostituta?". "-Mi buena suerte" -contesta Pirulina... Le comenta la muchacha a su mamá: "Mi nuevo novio es un dulce”. “Pues ten mucho cuidado, Susiflor –le advierte la señora-. Los dulces engordan”... Ansioso, desesperado, le dice el ciempiés con gemebundo acento a su hembra: "¡Por favor, Centipedia! ¡Tenemos un mes de casados y aún no hemos hecho el amor!". Contesta la hembrita: "Ten paciencia, mi vida. Ya voy a acabar de quitarme los zapatos"... Les contaba un señor a sus amigos: "Con la edad madura me vinieron muchos achaques, pero esos achaques le quitaron a mi esposa los suyos. "¿Cómo es eso?" -se sorprenden ellos. "Sí -explica el señor-. Cuando me hice viejo a mi mujer se le acabaron aquellos dolores de cabeza que le daban todas las noches"... FIN.
