¿Qué haría yo si fuera miembro del PRD y aspirara a ser Presidente de México? La República tendrá que esperar unos minutos antes de saber qué haría yo si fuera miembro del PRD y aspirara a ser Presidente de México. Primero narraré dos cuentos, uno muy inane, el otro de color subido... El guardián de los locos vio a uno que se había metido en la alberca del manicomio. No tenía agua la alberca, mas el loquito hacía en el suelo los movimientos del que está nadando. "Sal de ahí, Oratino -le ordena el guardia-. Te vas a ahogar". "Puedo resistir hasta seis días bajo el agua" -responde el alienado-. "Que salgas, te digo -insiste el loquero-. Si no sales tendré que sacarte yo". "Ven a sacarme entonces" -lo desafía Oratino-. El cuidador suspira con impaciencia. Se quita los zapatos y los calcetines y empieza a desvestirse para meterse en la alberca sin agua... Don Venancio buscó los servicios de un consejero matrimonial y le contó que la vida en pareja con su esposa era muy aburrida: el interés de ambos por el sexo se había ya apagado. "Necesitan darle variedad a su vida de casados -le indica el consejero-. Si siempre hacen el amor en la misma forma eso se volverá rutina insoportable. Busquen nuevas maneras; experimenten otras sensaciones; dejen que la imaginación los guíe por caminos inéditos. No tengan miedo de buscar; sean audaces". Poco tiempo después el consejero encuentra a don Venancio por la calle y le pregunta cómo iba su matrimonio. "Muy bien, doctor -responde él-. Nuestra vida de esposos ha florecido otra vez. Incluso hemos inventado una nueva forma de hacer el amor". "¿Qué forma es esa?" -pregunta con interés el consejero-. "La llamamos ‘La carretillita’ -explica don Venancio-. Mi mujer pone las manos en el piso; yo la levanto por las piernas y así la llevo por toda la casa, de la sala a la cocina, de la cocina a la sala, como si fuera una carretilla". "¡Asombroso! -exclama sorprendido el consejero al escuchar la descripción de aquella insólita manera, no registrada por ninguno de los manuales conocidos, desde el Kama Sutra de los hindúes hasta "The Joy of Sex" de los norteamericanos-. Y dígame, don Venancio: hacerlo en esa forma ¿les produce placer?". Responde don Venancio: "Placer, lo que se llama placer, no. ¡Pero cómo se divierten los chicos al vernos!"...¿Qué haría yo si fuera miembro del PRD y aspirara a ser Presidente de México? Trataría de quitarle a mi partido la acartonada imagen de un partido de la vieja izquierda que se aferra a anacrónicos dogmas superados. Nadie quiere ir de regreso a un pasado populista y de estatismo... La vieja y querida criada de la casa, Goya, bella mujer de pueblo, le leía el periódico a la abuela, cuya vista se había ya agotado. El titular de una de las noticias daba cuenta de una declaración de un cierto líder izquierdista de aquellos años. Y leyó Goya el titular: "Los testículos del Tío Sam llegan hasta Argentina". "¡¿Qué!? -se sorprendió la abuela-. ¿Cómo dijiste?". "Que los testículos del Tío Sam llegan hasta Argentina" -repitió Goya muy segura. "No puede ser -dice la abuela-. A ver, lee otra vez". "Ah -se corrigió Goya-. Los tentáculos del Tío Sam llegan hasta Argentina"... FIN.