La joven mujer acudió ante el juzgador. "Un hombre abusó de mí" -le dice. "¿Cuándo sucedió eso?" -pregunta el letrado. "Anoche -responde la muchacha-. Pero lo supe hasta hoy en la mañana, cuando rebotó el cheque"... Pepito les cuenta a sus papás: "Hoy vimos en la clase de Biología todo lo relativo a la reproducción humana. Y tengan mucho cuidado, porque se pueden llevar una sorpresa si siguen creyendo eso de las florecitas y las abejitas"... La niñita le pregunta a su papá: "¿Cuántas veces has estado en la Luna?". "Ninguna -responde el señor con extrañeza-. ¿Por qué me lo preguntas?". Explica la pequeña: "Es que el otro día oí que mi mami le dijo al vecino: ‘Mi marido no se ha dado cuenta de nada; ya ves que siempre anda en la luna’"... Alguien planteó en la fiesta una cuestión interesante: ¿qué hace un mexicano después de hacer el amor? Las señoras daban respuestas diferentes. Dijo una: "Se da la vuelta y se pone a roncar". Opinó otra: "Se fuma un cigarro". Contestó una tercera: "Va al refrigerador en busca de algo para comer". Don Cornulio se quedó de una pieza cuando su esposa dio otra respuesta. "Según mi experiencia -dijo la señora-, lo que hace un mexicano después de hacer el amor es irse sin pagar"... Termina la noche de bodas, y la recién casada le dice a su flamante maridito: "Mi mamá me advirtió que no me fuera a asustar, que esta noche me ibas a dar una sorpresa muy grande. La verdad, no me pareció tan grande"... En el bar un individuo le espetó a otro unas palabras de mucho peso. Le dijo de buenas a primeras: "Sépase que siento por usted un odio feroz, un rencor infinito, una gran antipatía y una irreductible animadversión". Pregunta el otro: "Y todo eso ¿por qué?". Replica el individuo: "Supe de buena fuente que tuvo usted la intención de huir con mi esposa". "Es cierto -reconoce el sujeto-. Pero no lo hice". Y bufa el reclamante: "¡Pues por eso precisamente siento por usted un odio feroz, un rencor infinito, una gran antipatía y una irreductible animadversión!"... Nuestros mayores nos impartían sabios consejos y preciosas enseñanzas. Yo creo que lo hacían con la esperanza de que esas moniciones tuviesen alguna aplicación, pues ellos mismos no las ponían en práctica. Recuerdo ahora una: "No hagas cosas buenas que parezcan malas". En efecto, el buen parecer es importante. Más importante es, desde luego, el buen hacer, pero cumplirlo no autoriza a despreciar las formas. Bien dijo don Jesús Reyes Heroles, ideólogo del PRI en los tiempos en que los partidos aún tenían ideología: "En política la forma es el fondo". Cuando se desvirtuó la naturaleza del Distrito Federal se abrió una caja de Pandora de la cual han salido males de todo jaez, y seguirán saliendo. Se creó un deforme engendro que no es ni estado, ni territorio, ni distrito federal. De eso han derivado conflictos y problemas como éste que estamos viendo ahora. Es justa la reducción de las cuantiosas sumas que recibe el Distrito Federal para cubrir un gasto que no hace. La medida, sin embargo, tuvo una aplicación tan imprudente que más pareció manipuleo político para dañar a un adversario que recta acción de bien para el País. Se hizo una cosa buena que pareció muy mala. Esto no significa que deba triunfar la torpe exhibición de fuerza de los asambleístas del DF. Tampoco han de escucharse las veladas amenazas que lanzan sus corifeos, Gómez, Godoy o López Obrador, que ni siquiera tuvieron arrestos para condenar la embestida de aquellos porros mal disfrazados y callaron ante sus punibles hechos, o los aplaudieron. Significa, sí, que el diálogo y la razón deben imponerse igual ante la politiquería que ante la violencia. Nadie me diga luego que no lo advertí... FIN.