El señor cura don Arsilio y el rabino Leibowitz eran muy amigos. En cierta ocasión el sacerdote hubo de salir con urgencia, y le pidió a su amigo judío oír por él las confesiones de los fieles. Llegó una chica."Me acuso -dice- de que tuve relación carnal con mi novio". "Deja 50 pesos de limosna" -prescribe el señor Leibowitz. "¿50 pesos? -se asombra la muchacha-. El padre Arsilio sólo pide 10". Contesta el rabino: "Es que él no sabe lo sabroso que es eso"... Se quejaba la señorita Himenia Camafría, madura célibe soltera: "Mi vida sexual es sumamente pobre: se reduce a las apreturas en el metro"... Le dice la esposa a su marido: "En la fiesta de anoche te portaste como un perfecto imbécil. Espero que nadie se haya dado cuenta de que estabas sobrio"... La señora fue a ver a un doctor. Al volver a su casa le comunica a su marido: "Dice el médico que no puedo hacer el amor". "-¡Caramba" -exclama el tipo con admiración-. ¿Cómo lo supo?"... Termina el trance erótico y Cinicio le comenta a Susiflor: "¡Qué afortunadas son ustedes las mujeres! Tú no tienes qué preocuparte de si me embarazaste o no"... Don Algón, gerente de la empresa, le pregunta a un operario: "¿Cuántos años tienes trabajando con nosotros?". "30 años, señor -responde con orgullo ese hombre-. Y vea usted mi expediente: en todo ese tiempo jamás he cometido un error, nunca he faltado un solo día, y únicamente he llegado tarde una vez: hace 10 años, y fueron dos minutos". Replica severo don Algón: "Procuremos ser más puntuales"... Decía don Veterio, senescente caballero: "Ahora sé que es cierto eso de que los rayos X pueden volver impotente a un hombre. Hace 30 años me tomé una radiografía, y ya me está empezando a hacer efecto"... Los mexicanos estamos padeciendo una casta política que causa grave daño a la Nación. Una legislación electoral hecha por los partidos para su beneficio permite la existencia de una burocracia partidista que pesa onerosamente sobre los contribuyentes, y no les rinde ningún fruto. Los políticos en general no ven por el bien de la República: buscan su medro y siguen los dictados de su partido. Lo estamos viendo en el conflicto entre el Gobierno Federal y el que preside López Obrador. Todo se ve a través del cristal de la próxima elección presidencial, y nadie atiende al interés de México y de los mexicanos. Al paso que vamos todos los esfuerzos democráticos naufragarán en este cenagal. De ahí la indignación de un vasto sector de la ciudadanía al ver los excesos cometidos por los perredistas a lo largo de este debate tan bajuno. Me alienta ver que la población no se mantiene indiferente ante los hechos, y reprueba los desmanes. También es positivo el hecho de que los revoltosos señores y señoras del PRD dan señas de escuchar las voces de condena, y al menos en apariencia corrigen el rumbo de su acción. No cabe duda, sin embargo, de que el ejercicio político en México ha llegado en estos tiempos a extremos de degradación muy lamentables. Las cosas no pueden continuar así... Le dice el herrero del pueblo a Babalucas, su aprendiz: "La herradura ya está al rojo vivo. Voy a sacarla de la lumbre. Cuando mueva la cabeza golpéala con el mazo". Ahora Babalucas es el nuevo herrero del pueblo... En medio del acto conyugal le dice la señora a su marido: "Tengo una fantasía: me gustaría ver a dos mujeres haciendo cosas aquí en la casa". "-¡Queeeé?" -se sorprende el marido. "-Sí -confirma la señora-. Una limpiando la casa y otra haciendo la comida"... FIN.