¡Ah, si más gente leyera! ¡Ah, si menos gente escribiera!... Quien esto escribe tiene la costumbre de no hablar de política en domingo. El primer día de la semana está dedicado al Señor -de ahí su nombre-, y no se debe profanar. En Estados Unidos el inventor de una sabrosa combinación de helados dio a su mixtura el nombre "Sunday". Algunos ceñudos predicadores protestantes pensaron que era sacrílego usar para una golosina el nombre del día consagrado a Dios, y el heladero cambió aquel nombre a "Sundae", que es como lo conocemos hoy. Para evitarse una contingencia semejante el autor de estas líneas deja para los demás días de la semana el tratamiento de ese tinglado de la farsa en que algunos politicastros han convertido el ejercicio de la política. Por su culpa el nombre de México anda en el extranjero a la altura del betún (Así dicen en Tabasco para decir "por los suelos", en alusión al betún con que se lustran los zapatos). Hoy sí hablará de política este escribidor, porque este día termina el año electoral con jornadas en diversos estados de la República. Los Minifaldos, ancianos señores así llamados porque están, como la minifalda, a cinco centímetros del hoyo, profetizan desde su mesa de café triunfos priistas en esas elecciones, y opinan que al Gobierno del Cambio se le puede repetir, a propósito del PRI, aquel dístico famoso: "Los muertos que vos matáis / gozan de buena salud". A juicio de esos añosos augures las victorias priistas podrán atribuirse en parte al efecto Fox: los pobres resultados de la administración foxista se reflejarán en un descenso de la votación en favor del PAN. Otros factores, sin embargo, incidirán. En Tamaulipas, por ejemplo, Acción Nacional presentó un buen candidato a Gobernador, pero algunas acciones de ese partido han disgustado a muchos electores, sobre todo por la aplicación de la ya tristemente célebre estrategia panista conocida con el nombre de "Ave azul", que se finca en el uso de tácticas fascistas para conseguir el poder a como dé lugar. En Tampico, por citar un caso, algunos miembros del partido blanquiazul no han dudado en llegar a la difamación y la calumnia con tal de quitarle votos a Fernando Azcárraga, candidato priista a la alcaldía del Puerto, que llega a la elección con una ventaja de dos a uno sobre su contrincante panista, según lo muestran las encuestas realizadas por Mitofsky y María de las Heras, en las cuales se refleja la buena imagen que Azcárraga tiene en su comunidad. Es una pena que algunos panistas, cegados por la pasión política o por la ambición de poder, hayan recurrido a la mentira, y aun a la injuria, para tratar de restarle popularidad a su adversario. En Tlaxcala los ánimos están más encendidos: Los Minifaldos no descartan la posibilidad de conflictos electorales y postelectorales. Hay ahí un batiborrillo de alianzas donde se confunden los más disímbolos intereses, pues de ideologías ya no se puede hablar. Las denuncias con que los candidatos se han atacado unos a otros bastarían para mantener ocupado al Poder Judicial tlaxcalteca durante los próximos seis siglos. Para colmo la presencia de la señora Ramírez, esposa del actual Gobernador con licencia y forzada candidata del PRD, enrarece el ambiente, y su actitud pugnaz añade leña al fuego. La situación no es mejor en la vecina Puebla, donde el PRI es acusado de maniobras electoreras fraudulentas. En Sinaloa parece segura una victoria priista, aunque ciertamente habrá impugnaciones. En Michoacán no se esperan sorpresas. En síntesis, Los Minifaldos predicen abstencionismo hoy, y en las semanas sucesivas mucho trabajo para el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación... FIN.