"¡Fue un hombre ejemplar! -sollozaba la viuda en el velorio de su esposo-. ¡Jamás salía de noche!". En eso hace acto de presencia una mujer que llevaba media docena de chiquillos, todos el vivo retrato del difunto. "¡Mira! -exclama la viuda con enojo-. ¡Era diurno el caborón!"... El juez se dirige severamente al borrachín: "La señora aquí presente lo acusa de haberle dicho que tiene cara de nalga". "Sinceramen-te no me acuerdo, señor juez -tartajea el temulento-. Pero de que la tiene, la tiene"... Es lamentable la actitud pugnaz y belicosa que han asumido tanto el Presidente Fox como la mayoría opositora en el Congreso. El diferendo entre los dos poderes a causa del presupuesto no debe ser motivo de dimes y diretes que para nada sirven si no es para aumentar la distancia que los separa ya, dificultando más la posibilidad de diálogo entre Fox y sus opositores. Importante contribución al problema hace el secretario de Hacienda cuando declara que a pesar de lo aprobado por los legisladores él aplicará el presupuesto en la forma como originalmente fue presentado. Si en efecto el funcionario hizo esa declaración su dicho es imprudente, y la acción que propone es inviable, pues se aparta de la juridicidad. La propia ley ofrece al Presidente caminos para enfrentar este conflicto. Añadir a la discrepancia con los diputados opositores esos elementos de discordia no lleva a nada bueno, sobre todo en vista de la actitud engallada y beligerante de los mal llamados representantes populares. En este conflicto tanto el Presidente como los diputados están mostrando falta de eso que pomposamente se llama sindéresis, y que llanamente es prudencia, buen juicio, discreción... Viene ahora un cuento poco recomendable. Las personas que no gusten de leer cuentos poco recomendables deben saltarse en la lectura hasta donde dice FIN... Jock McCock, joven escocés, cortejaba a Nessie McFuty, muchacha que vivía en las landas. Una noche fue a visitarla. Iba ataviado con la típica falda de tartán que suelen vestir los escoceses. Salieron Nessie y Jock a caminar por una vereda solitaria. Después de un rato de andar le dice Nessie a Jock: "¿Verdad que sientes deseos de tomar mi mano?". "Así es -responde él admirado-. ¿Cómo supiste que tengo ganas de tomar tu mano". "Por el resplandor de tu mirada" -responde la muchacha. Así autorizado toma Jock en la suya la mano de la chica. Siguen caminando, y poco después le dice Nessie a su galán: "¿Verdad que sientes deseos de tomarme por la cintura?". "Adivinaste mi intención -replica Jock más admirado aún-. ¿Cómo supiste que venía pensando en tomarte por la cintura?". Contesta ella: "Por el resplandor de tu mirada". Siguen los dos andando, el brazo de Jock en la cintura de la joven. Pregunta ella de pronto: "¿Verdad que sientes deseos de darme un beso?". "Es cierto -se asombra Jock ante la perspicacia de la chica-. ¿Cómo supiste que quiero darte un beso?". "Por el resplandor de tu mirada" -vuelve a decir Nessie. La besa apasionadamente Jock, y luego siguen los dos por la vereda. Al pasar por un bosquecillo invitador le dice Nessie a Jock: "¿Verdad que sientes deseos de hacerme el amor?". "Así es -se maravilla Jock al darse cuenta de que ella adivinaba sus más recónditos pensamientos-. ¿Cómo supiste que siento deseos de hacerte el amor? ¿Por el resplandor de mi mirada?". "No -responde la muchacha-. Esto último lo adiviné porque tu falda se ha levantado por delante"... (No le entendí)... FIN.
