Libidiano, galán proclive a cosas de carnalidad, le pidió a Susiflor que lo invitara a su departamento. "Nunca hago eso en la primera cita" -declara la muchacha. "¿Y en la última?" -pregunta Libidiano... La esposa de Avaricio se quejaba: "¿Por qué tengo que llevar el mismo vestido año tras año?". "Para que el perro no te vaya a desconocer, y te muerda" -explica el matatías... Los expertos del hipódromo se rieron cuando un granjero inscribió a su caballo, un viejo matalote, en la carrera principal. "¿Qué edad tiene el animal?" -pregunta uno. "Once años" -replica el propietario. "¡Once años! -se burla el otro-. ¿Cómo puede un caballo de 11 años ganar una carrera como ésta? ¿Por qué no lo trajiste antes?". "-Bueno -explica con toda calma el granjero-. Batallamos diez años para alcanzarlo"... Aquel político hacía juramentos de buena conducta personal. "Hay quince casas de prostitución en esta ciudad -dice enfáticamente en su discurso- y no he ido a una sola". Levanta la mano uno de sus oyentes: "¿A cuál es a la que no ha ido?"... El cantinero no daba crédito a lo que sus ojos veían: he aquí que una florecita entró a su cantina. Con pasos pequeñitos se llegó a la barra, dio un salto y cayó sentadita en uno de los bancos. La flor era una margarita. "-¿Qué tomaré?" -pregunta con una vocecita dulce y fina. "Lo que quieras -acierta a responder el estupefacto cantinero-. Incluso tengo un coctel que se llama como tú". "¡No me digas! -se sorprende gratamente la margarita-. ¿De veras tienes un coctel que se llama Juanita?"... Comentaba un individuo: "Mi suegra vive a tiro de piedra de mi casa. Lo sé porque todos los días le tiro una"... Suena el teléfono y contesta el jefe de la casa. "-Oiga -pregunta una voz-. ¿Su teléfono es el 111 111 111?". "-Así es" -responde el tipo. Vuelve a inquirir la voz: "Y ¿es teléfono o peine?"... Tenía tanto vello aquella muchacha que sus papás no la dejaban salir durante la temporada de cacería... La señorita Celiberia Sinvarón le dice a una amiga: "Ya estoy cansada de esas llamadas telefónicas obscenas". La amiga se inquieta. "No sabía que has estado recibiendo llamadas telefónicas obscenas". "No las he estado recibiendo -contesta la señorita Celiberia-. Las he estado haciendo"... La esposa de Empédocles le reclama: "Me dicen que estuviste en una casa de mala nota y que te gastaste ahí 5 mil pesos en vino y en mujeres". "¡Qué buena noticia! -se alegra el borrachón-. ¡Yo creí que se me habían perdido!"... Le pregunta Babalucas a una señora: "¿Qué autobús me lleva al estadio de futbol?". "El número 115" -le informa la mujer. Por la tarde la señora volvió a pasar por esa misma esquina. Ahí seguía Babalucas. "¿No fue al estadio?" -le pregunta la mujer. "-Todavía no -responde el badulaque-. Apenas han pasado 110 autobuses"... Otro de Babalucas. Vio a su vecino que estaba instalando algo en el jardín. "¿Qué es eso?" -le pregunta. "Es un reloj de sol" -responde el hombre. "¿Cómo funciona?" -se interesa el tonto roque. Le explica el vecino: "El sol llega a este pequeño triángulo y proyecta una sombra sobre la carátula. Conforme el sol se mueve se va moviendo también la sombra, y así se sabe la hora. "¡Esos científicos modernos! -se maravilla Babalucas-. ¿Qué se les irá a ocurrir después?"... Comentaba la señorita Himenia: "Yo sé guardar un secreto. El problema es que la gente a la que se lo cuento nunca lo guarda"... Un tipo le dice a otro: "Te invito a una orgía hoy en la noche. Trae a tu señora". "¿Cuántos vamos a ser?" -pregunta el otro muy interesado. Responde el tipo: "-Contigo, tres"... FIN.
