El papá de Pepito entra al cuarto de su hijo y amonesta al muchachillo. "-Pepito -le dice-. Si haces cosas malas contigo mismo te vas a quedar ciego". Contesta el niño agitando los brazos: "-¡Acá estoy, papi!"... Se toparon dos amigos que habían sido compañeros en la escuela primaria. Uno se veía próspero, boyante, floreciente; el otro, por el contrario, se parecía al país. "-¿A qué te dedicas?" -le pregunta el afortunado al indigente. "-Trabajo en un circo -responde el lacerado-. Tienen un elefante que es una maravilla: toca diversas melodías soplando en botellas. Yo me encargo de recoger las evacuaciones del paquidermo y de mantener limpia su parte posterior". El amigo siente lástima al conocer la penosa tarea que su compañero debía cumplir para ganar la vida. "-Permíteme ofrecerte un empleo en mi oficina -le dice-. Trabajarás menos y ganarás bastante más". "-Te lo agradezco mucho -contesta el otro-, pero me sería muy difícil renunciar al arte"... Le pregunta un tipo a su vecino: "-Y tu papá ¿es muy viejo?". "-¿Que si es muy viejo? -replica él-. Mira: cuando en el restorán ordena unos huevos tibios 3 minutos, le piden que los pague por adelantado"... Primitivo Patané era partidario de la vida natural. Se inscribió en un club nudista, pero duró en él un día nada más, pues no le gustó el lugar donde le dijeron que podía llevar la pluma. Sin embargo conservaba una foto que le tomaron en el club donde aparecía de cuerpo entero in puribus naturalis, o sea en cueros, nudo, corito, destocado, en peletier. Sucedió que por los días de Navidad le llamó por teléfono su abuela y le pidió que le enviara un retrato suyo, pues hacía mucho tiempo no lo veía, y quería recordar cómo era su nieto. Sin tiempo para hacerse tomar aquel retrato Primitivo cortó por la mitad la fotografía nudista y se la envió a la viejecita, confiando en que no veía muy bien. Demasiado tarde se dio cuenta de que había enviado la parte de abajo del retrato. Pocos días después recibió una carta de la anciana. "-Cambia de peinado -le aconsejaba la abuelita-. Con ése que usas ahora se te ve demasiado grande la nariz"... (No le entendí)... El agente viajero le dice a la fea y robusta mesera de la cafetería: "-Te voy a dar una propina generosa, pero tendrás que hacer lo que te pida. Tráeme unos huevos fritos grasosos y helados, una rebanada de pan completamente quemada y una taza de café frío. Luego siéntate aquí y regáñame". "-¿Por qué quiere usted eso?" -pregunta intrigada la mesera. Contesta el viajero: "-Ya tengo un mes fuera de la casa, y empiezo a extrañar a mi mujer"... Los siete enanitos de Blancanieves hicieron una gira artística que los llevó al extremo sur del continente americano. De regreso pidieron una audiencia con el obispo de su diócesis. "-Queremos preguntarle algo" -le dijeron por teléfono. Ya en presencia del dignatario ninguno de los siete diminutos personajes se atrevía a hacer la pregunta. Dos de ellos empujan a Tontín. "-Anda -le dicen-. A ti te corresponde. Tú pregúntale". Inquiere tímidamente el enanito: "-Perdone, monseñor: ¿hay alguna misión de la Iglesia Católica en la Antártida?". "-No, que yo sepa" -responde Su Excelencia algo extrañado por aquella pregunta inusitada. "-¡Síguele, síguele!" -animan los demás enanitos a Tontín. "-Disculpe otra vez, señor -balbuce éste-. ¿Hay monjas en la Antártida?". Más intrigado aún contesta el obispo: "-Hasta donde yo sé en la Antártida no hay monjas". Al escuchar aquello los enanitos forman una rueda en torno de Tontín, se toman de las manos y empiezan a dar vueltas alrededor de él al tiempo que le cantaban con tono de burleta: "-¡Tontín se folló a un pingüino! ¡Tontín se folló a un pingüino!"... FIN.
