El patrullero termina de abrocharse el cinturón y le dice a la guapa viajera que se arreglaba también las revueltas vestiduras en el asiento trasero de su coche: "-Muy bien, señorita. Esto deja pagada la infracción a que se hizo acreedora por no traer limpio el cenicero de su automóvil"... Don Geroncio era sexagenario, pero desmentía con la palabra y las acciones el necio y mentirosísimo aforismo según el cual el término "sexagenario" significa "ajeno al sexo". Era viudo; la finadita no alcanzó a agotar en el cónyuge supérstite los rijos de libídine, y así don Geroncio dio palabra de esposo a una exuberante joven de 20 años que había ya gozado los ahorros que en sus años de viudedad hizo el maduro galán, y que aspiraba ahora a disfrutar también sus ahorros en dinero. Los hijos -y sobre todo las hijas- de don Geroncio se oponían a la boda por ocultas razones de orden pecuniario. En junta familiar la hija mayor toma la palabra y dice con mucha severidad al ilusionado genitor: "-¿Cómo se le ocurre, papá, casarse con una muchacha de 20 años? Usted tiene 65. ¿Se ha puesto a pensar que cuando tenga 85 ella va a estar en los 40?". "-Lo he considerado, claro -replica don Geroncio-. Pero cuando eso llegue me buscaré otra más joven"... La pícara gallinita se estaba refocilando con el gallo del corral vecino. De pronto se inquieta. "-¡Viene mi marido! -exclama llena de nerviosidad-. ¡Conozco sus pisadas!"... Dicen los paremiólogos, expertos en refranes, que los proverbios se contradicen y niegan entre sí. Mientras uno sentencia: "Al que madruga Dios lo ayuda", otro declara: "No por mucho madrugar amanece más temprano". En nuestro refranero un dicho incita a la desmesura y la prodigalidad: "¡Échenle copal al santo, aunque le jumeen las barbas!". Otro, en cambio, aconseja la morigeración: "Ni tanto que queme al santo ni tanto que no lo alumbre". Yo echaría mano de este segundo consejo, que invita a buscar el justo medio, para orientar al Presidente Fox sobre la relación que debe guardar con su vecino Bush. No está mal que busque la reconciliación con Norteamérica después del alejamiento causado por el diferendo que hubo entre México y los Estados Unidos a propósito de la guerra contra Iraq. Lo que no se ve bien es que al buscar ese acercamiento llegue Fox a extremos cortesanos y de obsequiosidad que algunos tildarán de entreguismo y sumisión incondicional de nuestro país ante el del norte. Mesura y dignidad recomiendo al Presidente en esta hora crucial (las 12.25, cuando escribo estos renglones)... Estaba Pepito con sus pequeños amigos en el parque cuando pasó una espléndida morena de caudalosa caballera bruna, ojos del color de la noche (NOTA: negros), cintura cimbreante de palmera, senos de tentación, grupa de potra arábiga, piernas como talladas por Praxíteles (NOTA: escultor ateniense del siglo cuarto antes de Cristo, autor de la Afrodita de Cnido, una de las obras más representativas de la escultura griega). ¿En dónde me quedé? Ah sí: en las piernas. Ve Pepito aquella perfecta criatura de movimientos ondulantes y dice luego a sus amigos: "-No sé ustedes, chavos, pero yo estoy empezando a pensar que hay algo más en la vida aparte de videojuegos, ranas y futbol"... Le pregunta el marido a su señora: "-Dime, Camilia: ¿siempre me has querido?". "-Siempre, mi amor" -contesta ella. "-¿Y siempre has sido feliz conmigo?". "-Siempre, mi vida". "-¿Y siempre me has llevado en tu pensamiento?". "-Siempre, mi cielo". Hace una pausa el esposo y luego inquiere: "-¿Y siempre me has sido fiel?". Responde entonces Camilia: "-¡Ay, Cornulio, qué preguntón te has vuelto!"... FIN.
