Llegó lord Feebledick del recorrido anual que hacía por sus posesiones rurales y encontró a su mujer, lady Loosebloomers, en la misma cama con Wellh Ung, el jardinero venido de las colonias. Perdió milord su habitual flema -la verdad, en el tren había bebido una competente ración de whisky americano-, y tomando por las solapas de la piyama al jardinero empezó a zarandearlo con violencia. "-Ten cuidado, Feebledick -le recomienda lady Loosebloomers-. Es tu piyama nueva"... Pepito estaba haciendo un dibujo con sus crayolas. Tenía como modelo a Rosilita, la bebé de la vecina, encueradita. En el dibujo, sin embargo, en vez de una bebé de meses aparecía una espléndida mujer de opulentas formas anatómicas. Le comenta la mamá de Pepito a la asombrada vecina: "-Dice que es pintor futurista"... Le indica el doctor a la muchacha de vida alegre: "-Tómese dos pastillas de éstas al acostarse". Inquiere la chica con preocupación: "-¿No serán muchas pastillas, doctor?"... Babalucas llega a la sección de fotografía de la farmacia y dice sin más ni más al encargado: "-Mi niñez fue muy triste. Siempre he creído que mi mamá no me quería. Tengo problemas con mi esposa. Estoy abatido, y sufro de pesadillas por las noches". El empleado, boquiabierto, le pregunta: "-¿Por qué me cuenta a mí todo eso?". Contesta Babalucas: "-En la puerta de la farmacia hay un letrero que dice: ‘Revele su rollo gratis’"... Chicholina Pompisdá, vedette de moda, le cuenta a su señora madre: "-Un ricachón me propuso matrimonio. Está muy panzón, es calvo como una bola de billar y tiene 80 años". "-Hija mía -contesta la señora-. Si es rico y quiere casarse contigo entonces no está panzón: es un hombre robusto; no es calvo: tiene la frente despejada; y no es viejo: posee mucha experiencia de la vida"... Un señor notó con alarma que le habían salido manchas rojas en cierta parte donde preocupa mucho ver una mancha, de cualquier color que sea, aun el más hermoso del espectro. Fue el alarmado tipo con el médico, y éste no tardó nada en rendir su dictamen: "-Trae usted una enfermedad venérea". "-¡No puede ser, doctor! -exclama el hombre-. Salgo mucho con mujeres, eso es cierto, y aun con mujeres a las que no conozco, pero siempre que hago el amor tomo precauciones". "-¿Qué precauciones toma?" -inquiere el facultativo. Responde el tipo: "-Siempre les doy un nombre falso"... Dos socios comerciales compartían la misma secretaria, una chica llamada Rosibel. Cierto día uno le pregunta al otro: "-Dime la verdad, socio: ¿estás saliendo con la secre?". "-No te lo puedo negar -admite el otro-. Salgo con Rosibel porque comparada con ella mi esposa es un témpano de hielo". Días después el que había preguntado le dice a su compañero: "-Ya salí yo también con Rosibel. Y tenías mucha razón: comparada con ella tu esposa es un témpano de hielo"... Se encontraron dos amigos. Le pregunta uno al otro: "-¿Cómo está tu señora?". Contesta el otro: "-Murió hace un año". "-¡Caramba, lo siento mucho! -se consterna el amigo-. ¿Qué le pasó?". "-Murió por indeja" -dice el otro-. "-¿Por indeja?" -se asombra el amigo. "-Sí -explica el viudo-. Compró ajo en el súper, y le preguntó al encargado qué debía hacer para conservarlo fresco. Le dijo el hombre: "-Meta la cabeza en una bolsa de plástico, ciérrela herméticamente y póngala en el refrigerador"... El gran letrero en la entrada de la galería musical decía: "Exhibición de órganos". Iba saliendo la señorita Himenia Camafría cuando vio que llegaba su amiguita Celiberia Sinvarón, también madura célibe como ella. "-Ni entres -le dice-. Son instrumentos musicales"... FIN.