DE POLÍTICA Y COSAS PEORES.
Por CATÓN.
Las dictaduras suelen ser muy eficientes. Por eso funcionan bien los estados totalitarios, los barcos y las orquestas sinfónicas; por eso Fidel Castro puede jactarse de los avances de Cuba, su propiedad particular, en campos como la educación. La Isla, en efecto, es un prostíbulo donde todos saben leer. De los males que sufre su pueblo el dictador culpará al embargo decretado por el imperialismo yanqui. Un habanero residente en Miami, ciudad cubana que colinda con los Estados Unidos, hacía un vaticinio en relación con la política y la economía de Cuba. "Fidel seguirá siendo comandante -profetizaba-, y el hambre general". En lo relativo a los derechos humanos, que no dejan de ser respetables, mucho trabajo aguarda a Gabriel García Márquez. Los amigos del gran escritor justifican su apoyo al añoso déspota diciendo que su amistad con él es útil para sacar presos políticos de la Isla. Pues bien: en los últimos meses un centenar de intelectuales cubanos han ido a la cárcel acusados de acciones subversivas -pensar, por ejemplo- y condenados por tribunales cuyos jueces tiene dictada ya sentencia antes de comenzar el juicio. García Márquez quizá podrá hacer algo por ellos, aunque siempre será un misterio para mí el hecho de que las dictaduras de derecha son anatemizadas por los mismos que voltean la vista hacia otro lado, con disimulo púdico, ante los crímenes de los dictadores izquierdistas. Y vaya que estos tiranos son en algún modo, si me es permitido el melodramatismo, los últimos herederos de Stalin. Claro, dentro de sus posibilidades... Me puso nervioso, columnista, tu comentario de hoy. Relata ahora algunos chascarrillos que seden a la República, pues de seguro se conturbó también al oír tu perorata... Pregunta la maestra: "-¿Saben ustedes lo que es una pedagoga?". Arriesga Pepito: "-¿Una cantina para judíos?"... Aquel sujeto era fanático aficionado al futbol americano. Cierto día su esposa estaba refocilándose con el vecino en la alcoba conyugal cuando llegó el sujeto. Saltó el amasio de la cama y se escondió tras el televisor de pantalla grande que había en la recámara. El marido se puso a ver un partido de futbol. Pasó una hora, y el amante no pudo aguantar más. Salió corriendo de la habitación. Se vuelve el marido hacia la esposa y le dice: "-No vi cuando el réferi sacó del campo a ese jugador, pero hizo bien, ¿Cómo se le ocurre encuerarse en pleno juego?"... Murió un señor, y su hijo lloraba desconsoladamente. "-Ya no llores, Espurino -trata de consolarlo la mamá-. A lo mejor ni era tu padre"... Un tipo solicitó el puesto de cajero en una institución bancaria. Le pregunta el gerente con severo acento: "-¿Es usted un hombre honrado o un pillo?". "-Caray, señor -vacila el solicitante-. Supongo que mita y mita, como todo mundo"... Un muchacho invitó a su novia a un partido de beisbol. La chica jamás había visto un juego. El bateador recibió base por bolas y lentamente se dirigió a la primera. "-¿Por qué va tan despacio? -pregunta ella con extrañeza-. Todos los demás corren". Le explica el muchacho: "-Es que tiene cuatro bolas". "-¡Qué barbaridad! -se consterna la chica-. ¡Antes puede caminar!"... Aquel cirujano plástico practicaba la escultura corporal. Le dice a una paciente, mujer de abultado nalgatorio: "-Puedo sacarle grasa de una parte de su cuerpo y ponerla después donde usted quiera". "-¡Fantástico! -se alegra la mujer-. Sáqueme toda la grasa de las pompas y póngasela ahí mismo a mi cuñada"... Les cuenta don Algón a sus amigos: "-Anoche invité a cenar a mi secretaria, Rosibel. La cena fue ovípara". Uno de los amigos lo corrige: "-Querrás decir ‘opípara’". "-No, ovípara -repite don Algón-. Me costó un huevo". (Perdón por lo de "opípara")... FIN.