Hoy aparece aquí el deplorable cuento conocido con el nombre de "El hábito sí hace al monje". Ese relato es de mucha sicalipsis, motivo por el cual no deben pasar por él los ojos las personas con escrúpulos morales. El restante 99.99 por ciento de la población encontrará más abajo la dicha narración... Nos hallamos en la Edad de Piedra. Una mujer troglodita le dice con enojo a su compañero de caverna: "-¡Ay, Altamiro! ¡No porque todavía no se haya inventado la televisión quieras estar todo el tiempo a duro y dale!"... Estaba la señora bajo la ducha cuando se abrió la puerta del baño y se coló de rondón la joven y linda criadita de la casa. La muchacha iba completamente en peletier, es decir en cueros. "-¿Qué es esto, Famulina? -prorrumpe con asombro la señora-. ¿Por qué entras así?". "-Perdone, señito -responde llena de confusión la maritornes-. ¡Creí que el que se estaba bañando era el señor!"... Feliz de la vida, con una gran sonrisa, iba Pepito con su pequeño amigo Juanilito empujando una carriola de bebé en cuyo interior iba un grande y hermoso perro San Bernardo. En dirección opuesta se alejaba una niñita que, también muy contenta, llevaba en los brazos un bebé. Le dice Juanilito a Pepito con tono admirativo: "-Tengo que reconocerlo, amigo: eres un hábil comerciante. Eso de cambiar a tu hermanito por este perro tan fino fue un magnífico negocio. ¡Y ni siquiera tuviste que darle a la niña la carriola!"... Doña Jodoncia salió del salón de exposiciones echando chispas y profiriendo maldiciones. Llevaba un listón azul de primer lugar en el cuello de su abrigo de piel. Le dice tímidamente don Martiriano: "-¿Ya ves, mujer? Te dije que no viniéramos a la exhibición canina"... El famoso fisiculturista estaba en el gimnasio levantando pesas y haciendo toda suerte de fatigosos ejercicios. Un reportero lo fue a entrevistar. "-Y dígame, campeón -le pregunta-. ¿Qué meta se ha fijado?". "-Para este año -responde el gran atleta-, mi meta es llegar a llenar bien un brassiere copa C"... Con motivo de la Convención Hacendaria surge de nueva cuenta el viejo tema del federalismo. "Hace falta un nuevo federalismo", claman algunas voces. Enrique Martínez y Martínez, gobernador de Coahuila, mi estado, dice -y dice bien- que no es necesario un nuevo federalismo: lo que se debe hacer es poner en práctica el federalismo que ideó nuestro ilustre paisano coahuilense don Miguel Ramos Arizpe. El federalismo, aun incorporado a la Constitución, fue contradicho en la práctica, desde el principio, por ese malhadado centralismo que todavía padecemos. Se dice que los estados que forman la Federación son "libres y soberanos", pero en verdad han sido avasallados por un gobierno central que todo lo reclama para sí. En cuestión hacendaria los estados son simples recaudadores al servicio de la Federación, que les deja sólo migajas. No puede haber reforma fiscal sin una reforma a fondo del Estado. Parte de esa reforma sería la implantación del auténtico espíritu federalista... Viene ahora el cuento "El hábito sí hace al monje". En este punto deben suspender la lectura las personas pudibundas... Estamos en la Edad Media. Un grupo de monjes jóvenes iban por el camino de la aldea. Pasaron por un regato donde estaban lavándose las mozas del lugar. Se miraba la ebúrnea blancura de sus carnes; se veían senos alabastrinos, torneadas piernas, muslos de albeante mármol y grupas marfilinas. Pasó el desfile de los monjes, y el que iba al final le dice a su compañero: "-Qué bueno que nuestros hábitos no son de bronce, hermano. ¡Las campanadas que se escucharían!"... (No le entendí)... FIN.
