Pasaron a mejor vida al mismo tiempo un predicador y un chofer de autobús de pasajeros. Para sorpresa del predicador, San Pedro hace que el chofer entre al Cielo de inmediato. "-¿Qué es esto? -pregunta el predicador-. Yo me pasé la vida hablando del Señor, y me detienes. En cambio a ese hombre, que siempre estuvo de mal humor, que maldecía y trataba mal a sus pasajeros, lo introduces de inmediato en el Paraíso". Le explica San Pedro: "-Es que cuando tú pronunciabas tus sermones todos se dormían; pero cuando este hombre manejaba rezaban todos"... A Astatrasio Garrajarra le dicen "El crucigrama". Empieza vertical y acaba horizontal... Un tipo naufragó en una isla desierta. Iba con seis chicas. Cada día salía a pasear con una, y sólo descansaba los domingos. Cierto día el náufrago vio que no lejos de ahí se hundía otro barco, y que un solo sobreviviente nadaba con desesperación para salvarse. Se lanzó a ayudarlo, pensando que con otro hombre en la isla podría descansar algo. Cuando logró llevarlo a la playa, le dijo: "-¡Qué bueno que llegaste! Estoy aquí yo solo con seis mujeres". El nuevo náufrago hace un gesto de disgusto y exclama con atiplada voz: "-¿Mujeres? ¡Fuchi!". Y dice el otro, consternado: "-¡Carajo! ¡Se me acabó el descanso del domingo!"... Himenia Camafría, madura señorita soltera, iba por un oscuro callejón cuando le salió al paso un joven y apuesto ladrón. "-Deme su dinero". La señorita Himenia le entrega su monedero, y el caco se dispone a irse. "-Es usted un mal ladrón, jovencito -le dice la señorita Himenia con un mohín de coquetería-. Podría traer más dinero escondido en el brassiére"... "-Tendré que despedir a mi nueva secretaria " -le dice un ejecutivo a otro-. "-¡Cómo! -dice el otro-. Si está muy guapa". "-Sí -responde el primero-. Pero no tiene ninguna experiencia. Le dije que se sentara para dictarle y fue por una silla"... El misionero iba por la playa con un nativo cuando unos arbustos se movieron. Ambos fueron a ver qué sucedía y vieron a una pareja en situación bastante comprometida. El catecúmeno pregunta al misionero cómo describía lo que acababan de ver. El misionero tose, carraspea y luego dice: "-Es un hombre viajando en su bicicleta". A los pocos pasos otros arbustos se sacuden. El misionero ya no se atreve a mirar, pero el indígena va, se asoma, y luego sin decir palabra dispara con su arco con una certera flecha hacia los arbustos. "-¿Por qué hiciste eso?" -pregunta asombrado el misionero-. Y responde el indígena: "-Hombre viajando en mi bicicleta"... Una muchacha se iba a casar, y en el círculo de familia comentaba que lo único que le faltaba era comprar su negligé. "-Bufanda" -dice la abuelita desde su sillón-. Nadie le hace caso, y la muchacha sigue diciendo que se iba a comprar su negligé muy bonito. "-Bufanda" -vuelve a decir la abuelita-. Todos la ignoran, y dicen a la muchacha que seguramente se vería preciosa con su negligé. "-Bufanda -insiste la abuelita"-. "-Bueno, abuelita -dice la muchacha ya un poco molesta-, ¿por qué dices bufanda y no negligé?". Responde la viejita: "-Porque cuando yo me casé con tu abuelo también me compré un negligé, y toda la luna de miel me lo trajo de bufanda"... FIN.
