Pepito estaba jugando con su amigo Juanilito en el parque de la colonia. En eso pasa una espléndida morena. Tenía cabellera bruna (es decir negra), ojos zarcos (es decir de color azul claro), busto catedralicio y grupa como popa de navío de guerra (es decir, estaba buenisísima). Al paso de la chica Pepito suspende el juego, la mira detenidamente y luego le comenta a Juanilito: "-No sé por qué, pero estoy empezando a sospechar que en la vida hay mucho más que canicas, pelotas, ranas y futbol"... Llegó doña Holofernes a su casa y encontró a su esposo, don Poseidón, en concúbito pecaminoso con la joven y linda criadita de la casa. "-¿Qué significa esto?" -pregunta la señora hecha una furia. Don Poseidón, obvio es decirlo, no era mister Webster, monsieur Larousse, el señor Joan Corominas o doña María Moliner. Por eso se le debe alabar que a pesar de no ser ninguno de esos eminentes lexicógrafos se haya avenido a dar la significación que su esposa le pedía. Respondió: "-A esta pobre muchacha le dolía la cabeza. Buscaba una aspirina, se equivocó de frasco y se tomó una de tus píldoras anticoncepti-vas. Caramba, no era cosa de dejar que se desperdiciara"... Beauchiche Péteur, oficial de la Legión Extranjera, se acercó a la mujer que ofrecía sus encantos en una calle de Orán, ciudad marítima de Argelia. "-¿Perdone usted, amable señorita -le preguntó con típica galantería francesa-. ¿Aceptaría usted mi compañía por cinco francos?". "-Desde luego que sí, guapo" -contesta la daifa. Entonces Péteur va a la esquina y llama a sus soldados, que escondidos ahí aguardaban en perfecta formación: "-¡Compañía! Paso redoblado. ¡Ya!"... Las transiciones son cosa delicada. Transición significa pasar de un modo de ser a otro, y ese cambio no siempre resulta fácil o expedito. Se supone que México se encuentra en una transición. Pero esa transición, si se me permite usar la paradoja, ha sido una transición sin cambio. Aunque acabó el monopolio del poder presidencial no ha habido ninguna modificación de fondo ni en las leyes ni en las instituciones, de modo que bien podría decirse que el cambio ha sido puramente formal, y sólo de personas. Se aducirán muchas explicaciones, algunas de ellas válidas, para explicar el mantenimiento del statu quo, pero lo cierto es que con todo y transición el país sigue siendo básicamente el mismo. Ha habido cambios, es cierto. Cambió el estado civil del Presidente Fox. Mas no se han producido las reformas de fondo que el país requiere. Es decir, la verdadera transición -ese pasar de ser de un modo a otro- no se ha dado, ni hay indicios que permitan suponer que se dará en lo que resta del sexenio... El joven Pipino, novio de Susiflor fue a pedir la mano de su dulcinea. El severo genitor de la muchacha le dice al galancete: "-El hombre que se case con mi hija se llevará una joya". Responde Pipino: "-A verla"... Platicaban los amigos en el club. El tema eran las suegras. Casi todos se quejaban de sus mamás políticas, y referían los conflictos que afrontaban con ellas de continuo. Dice uno, sin embargo: "-Pues yo tengo algo en común con mi suegra. Tanto ella como yo pensamos que su hija debió haberse casado con otro hombre"... Se encontraron dos amigas que hacía mucho tiempo no se veían. Una de ellas llevaba un bebé en brazos. Le cuenta una a la otra: "-Soy secretaria de un alto ejecutivo. Mi jefe es muy enojón. Cuando se enoja le tengo que dar un besito para que se calme". La otra chica muestra a su bebé y comenta: "-Mi jefe era bastante más enojón"... FIN.
