Torreón Calidad del aire Peregrinaciones Tránsito y Vialidad

De Política y Cosas Peores

Catón

Don Poseidón y su mujer, doña Holofernes, eran una reliquia del pasado. Ambos provenían de una vieja nobleza rural ya desaparecida. En un pequeño pueblo del Bajío sostenían los últimos restos de su esplendor antiguo. Los cinco hijos varones que tuvieron habíanse marchado; su única hija finalmente los dejó también para vivir en la gran urbe (No me refiero a Saltillo; hablo de la otra urbe, la Ciudad de México). Un día don Poseidón y su señora recibieron la visita del señor cura del lugar. Venía de la Capital, y les traía una noticia infausta. Se había enterado de que la muchacha, su hija, se estaba dedicando a la prostitución: trabajaba en un burdel de nota. Al oír aquello doña Holofernes se desplomó en una silla de Viena, la mano en la frente con la palma hacia afuera, tal como hacía la Montoya en "Cobardías", de don Manuel Linares Rivas. "-¡Oh destino fatal! -clamó llena de congoja-. ¡Mi hija una ramera! ¿Cómo podré ver a la cara a mis amigas? Si en condiciones de normalidad debo hacer un esfuerzo para vérselas, ahora más voy a batallar". Y así diciendo rompió en sollozos y ululatos. "-Cálmate -trató de sosegarla el sacerdote-. Ten fe en la misericor...". "-¡No me diga nada, señor cura! -lo interrumpe doña Holofernes, trágica-. Estamos deshonrados. ¡Mi hija trabajando en un burdel! ¡Jamás nadie en la familia había trabajado!"... Se usaba antes una expresión galana y contundente que no se escucha ya. Cuando alguien hacía algo que rebajaba su condición o calidad se decía que había quedado "a la altura del betún". El betún era la grasa con la cual se sacaba lustre a los zapatos. Con eso se quería decir que el aludido estaba degradado hasta el nivel del suelo. Pues bien: las campañas políticas de Labastida y Fox andan por estos días a la altura del betún. Todo se les va en dimes y diretes: la pública palestra semeja un zoco de baldonamientos. Voy a repetir esta frase última, pues sonó muy impresionante: "... La pública palestra semeja un zoco de baldonamientos...". ¿Por qué los candidatos no elevan el nivel de su discurso? No digo que lo eleven mucho, pero sí por lo menos a la altura pusinesca. ("Altura pusinesca (por el pintor Poussin): Dícese del tamaño que en la pintura representa a las personas de un tercio de su tamaño natural"). Ni Fox ni Labastida hacen proposiciones claras y concretas en torno de los grandes problemas nacionales, entregados como están a denostarse el uno al otro. Si por ese camino siguen me veré en la precisión de amonestarlos con rigor... Al empezar la noche de bodas le pregunta Simpliciano a Pirulina: "-¿Soy yo el primer hombre con el que duermes?". Responde ella: "-Si me duermo, sí"... Aquella señora le hizo una confidencia a una amiga: su marido estaba recibiendo inyecciones de glándula de mono para aumentar su potencia viril. "-Y ¿le están dando resultado las inyecciones?" -pregunta con interés la amiga. "-No lo sé todavía -responde la señora-. Lo sabré cuando deje de columpiarse del candil"... Los nietos llevaron a su abuelita a conocer Las Vegas. La ancianita era de costumbres austeras, pero a pesar de eso aceptó ir a un casino, y hasta apostó un dólar en la ruleta. Ganó, y el encargado le dio 10 dólares en fichas. Las recibe la viejecita y le dice con severidad al tipo: "-A ver si esto le sirve de lección para dejar el juego, jovencito"... Llegó la señora a su casa y sorprendió a su marido en brazos de la criadita. "-¡Te me largas!" -profiere la mujer hecha una furia. "-Sí, señora" -musita con mansedumbre la muchacha. "-¡A ti no te estoy diciendo! -precisa la señora-. ¡Tú te quedas!"... FIN.

Leer más de Torreón / Siglo plus

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Torreón

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 76502

elsiglo.mx