El año sabático es una sabia institución, asueto que da descanso a quien lo goza. ¿Por qué los políticos no nos dan a los mexicanos un año sabático? Podríamos librarnos de ellos algún tiempo, y alzar el corazón y el pensamiento a regiones más nobles y elevadas. Debían imitar el ejemplo de esta columnejilla, que cotidianamente trata de política. Los domingos, empero, no toca dicho tema, y da solaz que calma la inquietud de la República y le devuelve la serenidad. Hartos nos tienen ya nuestros politicastros con sus torpes excesos, sus corruptelas y manipuleos. Si pedirles un año sabático es mucho pedir ¿no podrían darnos aunque sea un mes?... Doña Frigidia, ya se sabe, es la mujer más fría del planeta. Una vez leyó los tercetos de Alighieri correspondientes al Infierno, y congeló esa parte de la inmortal Comedia. Para sorpresa de todo el continente doña Frigidia puso pleito de divorcio a su marido. Le preguntó el juez: "-¿Por qué quiere disolver, señora, el vínculo matrimonial?". Responde ella: "-Por que en 10 años que llevamos de casados mi esposo me ha hecho el amor tres veces". "-Causal es esa digna de atención" -concede el juzgador. "-Sí -responde doña Frigidia-. No quiero estar casada con un maniático sexual"... Doña Tebaida Tridua, presidenta ad vitam interina suplente provisional de la encargada adjunta transitoria de la Pía Sociedad de Sociedades Pías, fue con unas amigas a ver una exhibición de arte contemporáneo. Observa con fijeza un cuadro abstracto y luego dice: "-Estoy absolutamente segura de que en esta pintura hay algo obsceno, pero no puedo determinar exactamente qué"... El cirujano le dice al anestesista: "-Está bien que sea usted aficionado a los toros, doctor Belmonto, pero por favor, cuando yo levante el bisturí no me diga: ‘¡Suerte, matador!’"... Himenia Camafría, madura señorita soltera, fue una tarde al cine. Por casualidad, y porque buscó durante media hora, quedó al lado de un senescente caballero que no iba acompañado. Ya muy avanzada la función se vuelve a él y le dice: "-Si va usted a ponerse atrevido, señor, hágalo ya, porque la película no tarda en acabar"... Llegó don Cornulio a su casa, y al entrar en la recámara vio a su mujer en brazos, piernas y todo lo demás de su compadre Pitorrón. Antes de que el mitrado esposo pudiera pronunciar palabra le dice su señora muy contenta: "-¡Qué bueno que llegaste, Corni! ¡El compadre está aquí desde hace más de tres horas, y ya no sabía yo qué hacer para entretenerlo!"... Babalucas tenía un negocio de compra y venta de desperdicios. Leyó en el periódico que el país había importado tres millones de barriles de petróleo. Llama por teléfono a la oficina correspondiente y le pregunta al encargado: "-Perdone usted, señor: cuando terminen de usar el petróleo ¿qué harán con los barriles?"... Capronio, sujeto detestable según su propio nombre lo declara, fue a consultar a un siquiatra. "-Algo me pasa, médico -le dice-. Anoche una mujer empezó a desnudarse frente a mí con movimientos lascivos y provocadores. En vez de hacerle el amor salí corriendo". "-¿Cómo ha estado su mamá?" -pregunta el analista, que pertenecía a la escuela freudiana. "-Goza de cabal salud -responde Capronio-. Pero ella no tiene nada que ver en este asunto". "-Me declaro perplejo entonces -confiesa el terapeuta-. Si su señora madre no tiene parte en esto, entonces ¿a qué atribuye usted esa insólita reacción, la de salir corriendo a la vista de una mujer desnuda que le ofrecía, voluptuosa, sus encantos?". "-No sé doctor -contesta Capronio-. Quizá se deba a que esa mujer era mi esposa"... FIN.
