El señor Cornilio hizo una observación muy interesante, y la compartió con sus amigos. "-El año pasado -les cuenta- mi señora salió embarazada en las vacaciones. Este año volvió a quedar encinta en tiempo de vacaciones". Le pregunta uno de los amigos: "-¿Y qué piensas hacer el próximo año?". Responde don Cornilio: "-Creo que la acompañaré en las vacaciones"... El padre de doña Burcelaga estaba enfermo. Ella fue a visitarlo junto con su esposo. Cuando llegaron el señor estaba diciendo en su lecho: "-Mi esposa, tan buena mujer, tan bella, tan afable, con ese carácter cordial y amable que ha tenido siempre...". El marido llama aparte a doña Burcelaga y le dice: "-Preparémonos para lo peor, mi vida. Tu papá ya empezó a delirar"... El señor se quedó profundamente dormido en el sillón de la sala. Pepito su hijo se sentó a sus pies. Entra la mamá y le dice a Pepito con ternura y emoción: "-Eres un buen niño, hijito. Estás cuidando el sueño de tu padre ¿verdad?". "-No -responde Pepito-. Se durmió con el cigarro encendido, y estoy esperando a ver cómo salta cuando la lumbre le llegue a los dedos"... El reverendo Calvínez quería comprar un órgano nuevo para la iglesia. Todos los miembros del comité eclesial se oponían al gasto. El primer comisionado, Mr. Amaz Ingrace, le dice al pastor: "-Somos diez contra uno, reverendo. Aquí las decisiones se toman en forma democrática, de modo que por ahora no compraremos el órgano". El pastor Calvínez estalla en santa indignación. Alzando los brazos al cielo clama con voz magnilocuente: "-¡Señor de los ejércitos! ¡Tú sabes que la música de ese órgano servirá para cantar tus alabanzas! ¡Manda una señal a fin de que estos hombres de endurecido corazón sepan cuál es tu voluntad!". No terminaba aún de hablar el reverendo cuando se escuchó un formidable trueno; un rayo entró por la ventana y los diez miembros del comité cayeron por tierra con las ropas hechas girones, las caras ennegrecidas por el tizne y los pelos achicharrados. Prorrumpe Calvínez: "-¿Habéis visto, hombres de poca fe? ¡La grandeza del Señor se ha manifestado! ¡Ahora sabéis cuál es su divina voluntad!". Desde el suelo replica Amaz Ingrace: "-Democracia es democracia, reverendo. Seguimos siendo diez contra dos"... "-Doctor -le dice el paciente a su médico-. A 750 pesos la consulta no creo que me vaya a bajar la presión"... Yo no conozco la causa de mis errores, pero tengo ojo de lince para hallar el origen del error ajeno. La falla de Vicente Fox, a mi entender, estriba en querer jugar él solo, sin invitar a otros a su juego. Y sucede que no se puede hacer política sin el otro. De hecho nada se puede hacer sin el otro, es decir, sin aquéllos que comparten con nosotros nuestras circunstancias. El Presidente Fox parece no tomar en cuenta a las diversas fuerzas políticas actuantes en la escena nacional. Por eso las reformas que ha intentado -incluida esta última, la electoral- han encontrado fuerte oposición aun en el momento mismo de ser presentadas. Más diálogos y menos monólogos necesita este país... Aprovecharé que doña Tebaida Tridua, Presidenta de la Pía Sociedad de Sociedades Pías, sigue indispuesta en sus habitaciones para contar un cuentecillo pícaro... Simpliciano, virtuoso joven, casó con Pirulina, muchacha con mucha ciencia de la vida. Al comenzar la noche de bodas Simpliciano le dice con solemne tono a su flamante mujercita: "-Mírame a los ojos, Pirulina, y responde con sinceridad a esta pregunta: ¿conservas todavía tu virginidad?". Responde ella: "-Francamente no. Pero conservo todavía el estuchito en que venía"... FIN.