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De Política y Cosas Peores

Armando Camorra

En la casa de mala nota un individuo de madura edad se plantó en medio de los parroquianos y dijo en alta voz: "-Hace 10 años estuve en esta casa y les hice el amor a 10 mujeres, una tras otra, sin tomar descanso. Apuesto 5 mil pesos a que nadie es capaz de superar mi hazaña". Desde luego nadie aceptó la extravagante apuesta. Pero un hombrecito avanzó desde el fondo del local y dijo al individuo: "-¿Podría darme usted 30 minutos para considerar su apuesta?". "-No hay problema" -concedió el apostador. El hombrecito salió de la casa y regresó exactamente a la media hora. "-Acepto su apuesta"-dijo. Y ante el asombro general les hizo el amor a 10 mujeres, una tras otra, sin descansar entre cada demostración. No sólo eso: para agradecer los gentiles aplausos de la concurrencia añadió dos encores. "-Ha ganado usted la apuesta, amigo -le reconoce el que hizo el desafío-. Aquí tiene su dinero. Pero dígame, a título de mera información: ¿a dónde fue cuando me pidió aquellos 30 minutos? ¿A tomar alguna energética poción? ¿A que le aplicaran una inyección mirífica que lo fortaleciera?". "-Ni lo primero ni lo segundo -revela el hombrecito-. Fui a otra casa de mala nota a calarme con 10 mujeres para ver si podía ganar la apuesta"... Doña Gorgolota le pregunta al marido de su hija: "-¿Qué edad me calculas, yerno?". Contesta el muchacho: "-Me va usted a perdonar, suegrita, pero no traje la calculadora"... Jock McNiggard, escocés, cortejó con asiduidad a Broadie Gangshay, y por fin logró de ella la promesa de que lo recibiría una noche en su aposento. El cuarto de Broadie estaba en un segundo piso. Le dijo a Jock: "-No puedo hablar, pues me oiría la señora de la casa. Te echaré una moneda por la ventana. Ésa será señal de que ya puedes subir". Llegó la noche de la cita, y Jock aguardó con urticante ansiedad la seña convenida. A eso de las 2 de la mañana Broadie arrojó la moneda para avisar a su galán que ya lo estaba esperando. Pero ni señas del doncel. Pasaron 15 minutos, media hora, y Jock no aparecía. A la hora, cuando ya Broadie se iba a dormir de nuevo, entró McNiggard. "-¿Qué te pasó? -le pregunta irritada la muchacha-. ¿Por qué tardaste tanto?". Explica el escocés, sudoroso y agitado: "-Es que no hallaba la moneda"... No sé si fue la euforia que le causó el desvío del río Santiago para las obras de la hidroeléctrica "El Cajón", en Nayarit, o si fue la alegría que debe haberle provocado la captura de Ahumada en Varadero, el caso es que el Presidente Fox volvió a ser, como antes, facundo, gárrulo, parlanchín, locuaz y decidor. Bromeó con el asunto del portafolios de Bejarano, y describió luego cómo los norteamericanos le roban a México el gas natural para vendérselo después. "Nos lo sacan por abajo y se los compramos por arriba", dijo en tono de chunga. La broma sobre Bejarano es irrelevante: lo único que hacemos los mexicanos ante la corrupción es bromear acerca de ella. Pero lo dicho por Fox acerca de los pozos "chuecos" de los americanos parece cosa bien distinta. El Presidente de México está acusando a los estadounidenses de ladrones, de saqueadores de nuestros recursos naturales. De ser cierta la chocarrería de Fox eso tendría que ser materia de reclamación, ya por parte de nuestro país, si ese saqueo en efecto se está dando, ya de Estados Unidos, si tal acusación es infundada. Se diría que a Fox se le olvida que es Presidente, siquiera sea desde el punto de vista de la forma. Debería pensar las cosas antes de decirlas. A menos que se haya resignado ya a que lo tomen a broma también a él... FIN.

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