Doña Tebaida Tridua, Presidenta Ad Vitam Interina de la Pía Sociedad de Sociedades Pías, sufrió un severo episodio de melancolía estupurosa a causa de haber visto el film "La Pasión según San Mel", de Gibson. Estuvo varios días sin recibir a nadie, privada de las tres potencias del alma: memoria, entendimiento y voluntad, y sin apetito más que para comer apenas lo necesario para la subsistencia: seis tacos de barbacoa en el almuerzo, un bistec -grande- con papas en la tarde, y dos hamburguesas con carne doble, tocino y queso por la noche. Esa ausencia explica que pueda aparecer mañana aquí, sin la censura rigurosa que impone aquella sociedad moralizadora, el vitando cuento llamado "Consecuencias del vicio de fumar". Espérenlo mis cuatro lectores... Se cuenta que cierta noche, hace unos meses, salieron de sus oficinas López Obrador, Ponce y Bejarano. Estaban cenando en un restaurante cercano cuando Ponce exclamó de pronto dándose una gran palmada en la frente: "-¡Qué barbaridad! ¡Se me olvidó cerrar la caja fuerte de la Tesorería!". "-¿Y qué importa? -responde con tranquilidad López Obrador-. Los tres estamos aquí". El Presidente Fox, no cabe duda, es bastante ineficiente, pero nadie lo ha tildado de inmoral. López Obrador, en cambio, se las ha arreglado para dar imagen de eficiencia, pero no da imagen de moralidad. En la guerra ya declarada por el PRD y el Gobierno del Distrito Federal a la administración foxista, ésta parece tener mayor dosis de razón. ¿Que hizo muy mal el Presidente al negarse a recibir a López Obrador? Quién sabe. El conflicto entre ambos tiene naturaleza jurídica, y el tabasqueño pretende darle tratamiento político, según su estilo personal de intrigar. Ya no son los tiempos en que estos casos se atendían en conciliábulos secretos, de los cuales emanaban transacciones o complicidades. Quizá la intención de Fox al no recibir a López Obrador fue dejar el caso en manos de la autoridad, y esperar la resolución correspondiente. He sido crítico permanente del Presidente y su gobierno (o su falta de gobierno). Sin embargo desde el punto de vista de la ética y la moral -de la decencia, vamos- tengo más confianza en él que en López Obrador. No creo que estos dimes y diretes acaben en términos de recta justicia, pero algo me atrevería a esperar: que todo lo sucedido sirva para disipar la ominosa posibilidad de que llegue a ser Presidente de México alguien como López Obrador, con tan evidentes fallas de conducta, con tan gran falta de transparencia en sus acciones, con tan tupida red de compromisos con gente a quien no puede llamarse "de dudosa moralidad", pues es de inmoralidad absolutamente indudable... El niño le pregunta a su papá: "-Papi: yo ¿de dónde vine?". El genitor pensó que era llegada ya la hora de explicarle a su retoño las cosas de la vida, de modo que tomó de su biblioteca un atlas de anatomía humana y le dio al crío una completa descripción del fenómeno reproductivo, sin omitir detalle alguno. "-Todo eso es muy interesante -dice al final el niño-, pero no responde a mi pregunta. Por ejemplo: Juanilito, el hijo del vecino de al lado, vino del Distrito Federal. Yo ¿de dónde vine?"... Doña Macalota, nueva rica, hizo un viaje por Italia con su esposo. Al regresar organizó una fiesta a fin de mostrar a sus amistades, en la pantalla del televisor de 100 pulgadas, las vistas -así decía ella por decir fotografías- que tomó durante el recorrido. "-Y aquí -dice- estamos en una ciudad que no me acuerdo cómo se llama en español, pero en italiano le dicen Temeo". "-Torino, mujer, Torino" -la corrige con un suspiro el señor... FIN.