Los ebrios son capaces de grandes surrealismos. No es que la borrachera sea un arte -aunque el arte sí es una hermosa borrachera-, lo que sucede es que la obnubilación de las tres potencias del alma: memoria, entendimiento y voluntad, produce extrañas concepciones capaces de volver loco a un ergotista. Veamos este ejemplo. Un borracho se dispone a salir de la cantina, anulada ya en él toda razón por las copiosas libaciones. Se detiene en la puerta con alarma, se vuelve hacia el cantinero y le pregunta angustiado: "-¿Y mi sombrero?". Le contesta el de la taberna: "-Lo traes puesto". "-¡Qué bueno que me lo dices! -agradece conmovido el temulento-. ¡Si no me habría ido sin él!". El cuento viene a cuento porque parece que hoy por hoy algunos de nuestros políticos traen una borrachera que no acaba. Su conducta es la típica de los briagos, que todo lo confunden y por todo pelean. En la pugna entre la administración foxista y la del Distrito Federal unos a otros se acusan de conspiraciones, tratan de hacerse daño mutuamente, se lanzan recíprocas acusaciones y por medio de toda laya de bajunos procedimientos se esfuerzan en conseguir la simpatía popular a costa del adversario. Junto a este espectáculo el de la lucha libre es un oratorio de Handel. Yo puedo orientar a la República -tal es la modesta labor que me he fijado-, pero me confieso incapaz de dar orientación a estos políticos de campanario que ponen su interés personal, o el de su facción, por encima del bien comunitario. Y ya no digo más, pues estoy muy encaboronado. Mejor narro algunos cuentecillos para exornar las conversaciones de fin de semana en el país... Con motivo de la reciente Pascua la maestra les pidió a los niños que pintaran huevitos de distintos colores. Al final de la clase se dispuso a recogerlos. Pregunta: "-¿Quién tiene los huevitos negros?". Automáticamente responde Pepito: "-¡Mike Tyson, Michael Jordan y Eddie Murphy!"... Un petrolero texano entra en un banco de Nueva York. "-Vengo a pedir un préstamo" -anuncia. Le pregunta el gerente: "-¿Cuánto necesita?". Y replica el texano: "-¿Cuánto tienen?"... Don Algón logró al fin que la linda muchacha a la que había cortejado asiduamente durante algunos meses accediera a pasar con él un par de días en una playa de recreo. A la hora en que la consabida acción iba a empezar ella se quitó un artilugio relleno con material sintético, y su turgente busto, atractivo mayor que presentaba y causa principal del urticante deseo de don Algón, quedó reducido a nada. Tábula rasa era la chica, que ni aun a Aristóteles habría servido para sus disquisicio-nes. Nada le dijo don Algón, a fuer de caballero, pero se le quedó viendo con ojos de reproche. "-¿Y qué? -lo reta la muchacha-. Usted también dio nombre falso en la administración del hotel"... Según las estadísticas ¿cuáles médicos son los más bajos de estatura? Los proctólogos, porque son especialistas enanos... Llegó un sujeto a una zapatería, pidió que le bajaran 15 ó 20 cajas de zapatos de las estanterías más altas; se los probó todos -tardó más de una hora en eso, exigiendo atención personal del propietario-, y luego se dispuso a irse sin comprar ninguno, y sin siquiera dar las gracias. Ya en la puerta el dueño de la tienda le dice: "- Acepte usted un pequeño regalo de nuestra parte". Y así diciendo le puso en las manos un condón. "-¿Y esto?" -pregunta amoscado el individuo. Responde el de la tienda: "-Es una promoción especial que tenemos para que no sigan naciendo clientes como usted"... FIN.
