Rosilita le hizo a su mamá una pregunta que la dejó turulata. Le preguntó: "-Mami: ¿cómo se forman los niños?". Nerviosa, pero consciente de sus deberes de madre educadora, la señora buscó entre sus libros un atlas anatómico y procedió a darle a la pequeña una explicación detallada acerca de los espermatozoides y el óvulo, la maravilla de la fecundación, la formación del embrión y su crecimiento en el vientre de la madre, hasta el alumbramiento. Dice al final la niña: "-En la escuela no es así. Ahí los niños se forman desde el más chiquito hasta el más grande"... El abogado novel le comunica al reo: "-El juez te sentenció a morir en la silla eléctrica. Pero creo que hay una manera de evitar eso". "-¿De veras? -exclama ansiosamente el infeliz-. ¿Cuál es?". Le recomienda el licenciado: "-No te sientes"... Susiflor invitó a un amigo a visitarla en su departamento. En la penumbra de la sala él le musitó algo al oído. "-¡Cómo te atreves a hacerme semejante proposición!" -profiere con escándalo la chica. Luego se queda pensando un momentito y añade: "-A menos que hayas leído mi diario mientras yo me estaba arreglando"... Bustolia Grandchichier, muchacha de tetamen opulento, le dice muy preocupada a su apasionado novio: "-No hagas eso, Chupalino. Fumas mucho; me puede dar cáncer de pecho"... Hans Kelsen es uno de los grandes juristas y filósofos del Derecho que brillaron en el pasado siglo. Cuando vino a México le dijo mi profesor, don Luis Recaséns Siches: "Algunas de sus doctrinas, maestro, me provocan muchas dudas". "A mí también" -respondió Kelsen. Una de las más conocidas tesis kelsenianas es su famosa Teoría Pura del Derecho. Postula el autor vienés que la norma jurídica, una vez promulgada por el legislador, es intrínsecamente válida, es decir, vale por sí misma, independientemen-te de cualquier fundamento social o axiológico. Nadie debe preguntarse, por lo tanto, si una ley es justa o injusta, si responde o no a tal o cual realidad social. Hay que cumplirla y ya. Desde luego he expuesto la doctrina de Kelsen en forma asaz simplista. Ni siquiera el empleo de la palabra "asaz" le quita a mi exposición ese simplismo. Aun así la tesis kelseniana se presta a mucha discusión. Y a más, supongo, se prestará una teoría de mi invención que en seguida voy a exponer. Si la proposición de Kelsen se refiere a los antecedentes de la norma, la mía tiene relación con sus efectos, y si la doctrina del austriaco alude principalmente al legislador, la mía se refiere sobre todo al juez. El juzgador, pienso, debe decidir sobre cualquier asunto aplicando estrictamente la ley, sin considerar los efectos políticos, económicos o sociales que de esa recta aplicación puedan derivar. Si una de las características del derecho es su abstracción, debe aplicarse en abstracto, independientemente de sus consecuencias. La seguridad jurídica es un bien muy valioso, deriva del respeto de todos a la ley, y no puede estar sujeto a factores de mera coyuntura. Ese principio, el de la recta aplicación de la ley sin considerar sus efectos, deberán poner en ejercicio quienes juzguen los presuntos desacatos -que también serían desafueros- cometidos por López Obrador... Los dos enanitos del circo entablaron amistad con sendas muchachas del pueblo, que aceptaron ir con ellos a un motel. Al día siguiente los chaparritos intercambiaron sus respectivas experiencias. "-Pasé una vergüenza muy grande -dice apenado uno-. Por más que me esforcé no pude ponerme en aptitud de cumplirle a la muchacha". Dice el otro: "-Yo pasé una vergüenza que fue mayor. Me puse en aptitud de cumplir, pero por más que me esforcé no pude subirme a la cama"...FIN.