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FLORIDA, E. U.- El huracán “Jeanne” dejó una estela de destrucción y desesperación en su paso por la devastada Florida, donde cuatro ciclones en seis semanas paralizaron a la mayor parte del estado y alentaron planes de recuperación de una magnitud nunca vista.
El presidente George W. Bush declaró a la Florida área de desastre, lo que acelera la llegada de fondos de ayuda federal.
Al menos seis personas murieron en la tormenta, que arrasó el área central de la Florida, donde muchos pobladores aún intentaban recuperarse de los otros tres huracanes que habían castigado al sureste de Estados Unidos desde mediados de agosto.
“Una vez más estamos enfrentando un huracán-tormenta tropical que está haciendo estragos por donde va”, manifestó Mike Brown, director de la Agencia Federal de Manejo de Emergencias (FEMA, por su nombre en inglés). “Tenemos algunas personas en Florida que han sido golpeadas dos o tres veces ahora por estos huracanes”, dijo en declaraciones a un canal de televisión.
“Jeanne” llegó a tierra poco antes de la medianoche del sábado, soplando vientos de 193 kilómetros por hora (120 millas por hora) en un área que hacía solo tres semanas había sido azotada por el huracán “Frances”.
Al desplazarse hacia Georgia ayer en la mañana había reducido su potencia y era una tormenta tropical con vientos de 72 kph (45 mph). Los meteorólogos esperaban que su fuerza disminuyera aún más hasta convertirse en una depresión tropical en el transcurso del día.
Se había desplazado hacia el este de la zona noroeste de la Florida llamada Panhandle, donde unas 70 mil viviendas y negocios permanecían sin electricidad debido al paso del huracán “Iván”, hace menos de dos semanas.
“La adversidad nos hace más fuertes. Este estado dinámico se recuperará”, expresó el Gobernador Jeb Bush el domingo en el condado Indian River, donde casi todos los pobladores estaban sin electricidad y debían hervir el agua antes de beberla.
“Jeanne” arrancó techos, luces de semáforos y carteles callejeros, destruyó un centro comunitario e inundó puentes que conectan al continente con algunas islas. Unos 2.3 millones de viviendas y negocios carecían de electricidad.
A las 12.00 GMT el centro de la tormenta se encontraba sobre Moultrie, en el suroeste de Georgia. Se desplazaba con dirección norte-noroeste a casi 19 kph (12 mph) y los meteorólogos esperaban que girara hacia el norte-noreste.
Favorece “Jeanne” a Bush en las encuestas
Casas destruidas, barcos volcados, calles inundadas y gente totalmente desolada. Así ha quedado gran parte de Florida después de cuatro huracanes, el último este fin de semana, “Jeanne”, ha dado la puntilla. La furia de la naturaleza se ha cobrado al menos 73 vidas y causado pérdidas materiales superiores a los 25 mil millones de dólares. Y en medio de tanta desgracia, el presidente, George W. Bush, ha subido en las encuestas electorales entre un tres y un siete por ciento frente a su rival, el candidato demócrata, John Kerry, invirtiendo la tendencia previa a los ciclones.
Bush ha declarado Florida zona catastrófica cuatro veces seguidas, lo cual conlleva miles de millones de dólares para la reconstrucción. Parte de esa ayuda se distribuye de forma casi inmediata a los damnificados, porque todo está tan bien organizado que lo único que tienen que hacer es llamar a un número gratuito de teléfono. Tal eficacia contrasta con la del sector privado de seguros. Los afectados se quejan constantemente de que todavía no les han respondido sus aseguradoras. Y se trata de gente que vive entre los restos de lo que fue su hogar.
Aunque la zona norte y costa oeste central de la península han sufrido graves daños, el azote ha sido doble en el sur y centro de la costa este, donde hace tan sólo 20 días pasó el huracán “Frances”. El alcalde de Miami-Dade lo resumía diciendo que “éste es el precio que tenemos que pagar por vivir en el paraíso”. Contra el “paraíso” se han ensañado vientos de 200 o más kilómetros por hora cuatro veces en seis semanas, por razones que ni el Centro Nacional de Huracanes puede explicar con certeza.
La Agencia Federal de Emergencia en Desastres (FEMA) ha organizado la mayor operación de ayuda de su historia, y también es la mayor de la Cruz Roja de EU. Temen que después de la tempestad se desborden los lagos y canales de las zonas costeras y entorpezcan las labores de reconstrucción.
Lo único que parecen haber facilitado los huracanes es la victoria de Bush en Florida. Las primeras encuestas después de los tres primeros ciclones le dan el 49 por ciento frente al 41por ciento de Kerry en el sondeo de Knight Ridder y el 49 por ciento al 46 por ciento en el de CNN-Gallup. En agosto era John Kerry el que llevaba la delantera, por 47 por ciento a 41 por ciento del presidente Bush.